madrid. El encargo que Archer Huntigton hizo a Joaquín Sorolla para la Biblioteca de la Hispanic Society de Nueva York llevó al pintor a recorrer España fijándose en sus trajes, costumbres y paisajes. A este tema dedica el Museo Sorolla la exposición Fiesta y Color. La mirada etnográfica de Sorolla, en la que junto a su producción pictórica se pone especial atención en su labor como coleccionista. Durante los viajes o que tenían como finalidad encontrar la inspiración para sus grandes cuadros, Sorolla adquirió una pequeña, pero muy interesante, colección de indumentaria y joyería popular, que se ha completado con la donación de las colecciones de la Familia Pons-Sorolla y que se expone por primera vez al público. En esta colección se puede apreciar la mirada de etnógrafo aficionado del artista, la de recopilador de trajes populares. La exposición se compone de nueve conjuntos de indumentaria, 25 pinturas, algunas de ellas estudios de gran tamaño, joyas, fotografías, que hizo él mismo o que fue adquiriendo en el proceso creativo, y cartas. "La idea de esta exposición es seguir la línea del museo en cuanto a mostrar nuestras propias colecciones e investigar diferentes producciones de Sorolla", comentó la comisaria Covadonga Pitarch. La mayoría de las pinturas llevaban alrededor de tres años sin exhibirse. "Aunque se trata de estudios, son obras muy importantes y así los consideraron el propio artista y su familia", dice Pitarch.