Sus baquetas han marcado el ritmo de escenarios de citas internacionales como los festivales de jazz de Donostia y Gasteiz sin despegarse nunca de las tablas pequeñas de cualquier bar y también de la calle. En discos propios y de extraños también ha ido cimentando una trayectoria musical que ha convertido a Hasier Oleaga en uno de esos nombres siempre necesarios cuando se mira a la escena vasca actual. Claro que una cosa es hacer y otra enseñar, y en estas lides se estrena el batería desde el próximo lunes en la Escuela Municipal de Música Luis Aramburu.

Lo hará en unos encuentros que seguirán el 27 de este mes y los días 2, 4, 11 y 13 de diciembre, en horario de 18.00 a 21.00 horas. El curso está abierto a toda aquella persona que esté interesada, da igual el nivel, estilo o si se es parte del alumnado del centro (aunque para estos las clases serán gratuitas) o no. Entre los asistentes habrá dos categorías, los que serán activos (un máximo de diez) y los que acudan como oyentes (sin límite).

"La idea es hacer un pequeño repaso a la historia de la música moderna pero siempre desde el punto de vista de la percusión", describe el intérprete, que se muestra entusiasmado con este proyecto pedagógico. "La idea es que los asistentes participen de manera activa y compartir con ellos y ellas cómo veo y cómo entiendo yo la personalidad y el papel de este instrumento", describe, aún consciente "de que tengo que hacer un esfuerzo para sintetizar todo lo que quiero transmitir para que los que vengan se queden con algunas ideas. La llave pasa por el amor por la música", apunta.

No se busca una perfil concreto de asistente, todo lo contrario puesto que Oleaga quiere adaptarse al momento y las necesidades de quienes acudan. "No quiero que el nivel sea X para empezar a hablar de física cuántica, porque no creo que sea ni real ni beneficioso. Lo único que pido es interés. Es el punto de partida para investigar, para que luego te intereses por ver qué hay en este disco o en aquel libro sobre historia de la música. No quiero hablar de entelequias porque no creo en ello, no me da juego".

Sin distancias. Así quiere encontrarse con los alumnos de esta serie de clases magistrales, sin que "piensen que he participado en determinados conciertos o proyectos porque prefiero ser un anónimo, un simple mensajero de aquello que he podido aprender", comenta, al tiempo que describe que siempre es complejo poder atrapar tantas ideas y propuestas en un límite de tiempo, algo que requiere estructurar bien los planteamientos que se buscan transmitir. "Hombre, no se pueden hacer maravillas pero...". Y eso que el propio músico sabe que el batería no es siempre es el más valorado dentro de un grupo. "Incluso visualmente solemos estar detrás, como en la sombra", dice, aunque subraya que "en realidad, somos como el sistema nervioso de ese cuerpo, ese ser que lleva a cabo la música; no creo en individualidades sino en músicos que van en la misma dirección, y en ese hacer el batería es el que tiene que hacer de vínculo entre todas las partes". De eso y mucho más hablará Oleaga desde el lunes el Luis Aramburu. Las inscripciones están abiertas.