Vitoria. La entrada del otoño es para Agurain el momento de sus fiestas, un calendario que hace que todos los años la sala Harresi espere un poco a que pasen las resacas y festejos para poner en marcha su temporada escénica. Ese paréntesis ya ha terminado y será mañana cuando se levante el primer telón de una campaña marcada por la música aunque con espacio también para el teatro destinado al público familiar.
Antes de que comenzase la crisis, el esfuerzo del escenario alavés por ofrecer una agenda continuada y de calidad tanto a los habitantes de la localidad como a aquellos que acuden de fuera consiguió asentar unas tablas que, como en otros casos en el herrialde, han sufrido unos recortes presupuestarios muy importantes en los últimos años que, a pesar de todo, no han podido terminar con este proyecto. Ha habido ajustes, eso es indudable, pero la apuesta sigue vigente. En cultura, muchas veces se trata más de voluntades que de dineros.
Pero más allá de una cuestión monetaria que a corto y medio plazo no tiene ninguna pinta de cambiar, es el escenario el que reclama la atención y lo hace de manera inmediata. De hecho, la primera cita con los espectadores se producirá mañana mismo a las 18.00 horas de la mano de la compañía alavesa Panta Rhei (las entradas están disponibles a 4 euros).
El grupo estrenó, en su versión en euskera, Auzokideak hace justo un año en el marco del Festival Internacional de Teatro de Gasteiz, y en estos doce meses ha representado en no pocas ocasiones esta historia nacida a partir de una propuesta de la asociación alavesa de personas con discapacidad física Eginaren Eginez. Títeres e intérpretes de carne y hueso se reúnen en una propuesta escénica que se construye a través de tres historias entrelazadas, tres niños con discapacidades físicas que se encuentran con una sociedad que les mira por encima del hombro.
Ya el próximo sábado 2 de noviembre será la primera ocasión en la que la música pida paso, también a las 18.00 horas y con los pases disponibles por 5 euros. Será Kituka Burundi quien fusione sonidos llegados tanto de África como de Euskal Herria.
No es el grupo de Alsasua un desconocido para varias localidades alavesas ya que a lo largo de su década larga de camino ha visitado en diferentes ocasiones el territorio, igual que hará en este caso con el teatro de Agurain.
Sin salir de noviembre, el domingo 17 volverán a ser los más pequeños quienes reclamen su espacio en esta programación otoñal de la mano de otra compañía que es vieja conocida de la provincia. La Gotera de Lazotea presentará, también desde las 18.00 horas y con las entradas a 4 euros, A cuentagotas, de Juan Manuel Benito.
La formación ofrecerá dos historias contadas con diferentes técnicas de manipulación de títeres, dos argumentos que tratarán sobre cuestiones como la ecología, el sentimiento de inferioridad y otras cuestiones relacionadas.
El penúltimo mes del año se cerrará en el caso del Harresi el 23, de nuevo con los sonidos dominando. En esta ocasión, desde las 19.30 horas, será otro viejo conocido como Benito Lertxundi quien lleve a los asistentes tanto por sus nuevas composiciones como por sus viejos éxitos.
El intérprete vasco, que necesita de pocas presentaciones, sigue desgranando la gira iniciada el año pasado tras la publicación de su último trabajo, Oroimenaren oraina (El presente del recuerdo).
El punto final a la programación de otoño de las tablas de Agurain llegará el 21 de diciembre con una doble cita que tendrá un mismo protagonista, Gari. Al mediodía, el ex de Hertzainak ofrecerá un taller de acceso gratuito. Ya a la tarde, en concreto a las 19.30 horas con los pases a 5 euros, llegará el momento del concierto.
De hecho, Gari presentará el próximo jueves en una rueda de prensa en Bilbao Live analogic recording. Elkar studio sessions, una revisión de su último disco, Ez da amaiera, que fue grabada en una sesión en directo y en analógico, y cuyo resultado se va a traducir en una edición limitada de un vinilo.
De esta forma se completará una oferta que en todos los casos ofrecerá precios más baratos para los poseedores de la tarjeta del teatro.