CÁCERES. El extravertido actor y cantante, Pablo Carbonell, en una entrevista telefónica con Efe, ha manifestado que echa de menos en el panorama musical actual la "libertad creativa y la canción humorística".

En principio cuentan con seis conciertos confirmados, que arrancarán el 23 de noviembre en Zamora y continuarán por varias ciudades como Valladolid, Segovia y Palencia.

Para Carbonell, la puesta en escena del grupo y sus canciones tienen mucha vigencia. "Nuestro espectáculo es una dedicación a la diversión y, a pesar de que también teníamos mala leche, no deja de ser un claro ejemplo de que hay que meter humor en la música", señala.

Los Toreros Muertos se formaron en 1986 y llegaron a ser una de las bandas de éxito de aquellos años hasta su desaparición en 1993.

Dejaron cuatro discos en el camino, "30 años de éxitos" (1986), "Por Biafra" (1987), "Mundo Caracol" (1989), y "Los toreros muertos cantan en español" (1992).

En 2007 decidieron reunirse de nuevo para hacer giras por Colombia, "un país que nos tiene en muy alta estima", dice Carbonell, quien recuerda que en España desde entonces sólo han dado un par de conciertos en Santander y Madrid.

Esta nueva "aventura" será el "regreso definitivo" a los escenarios españoles de esta mítica banda, que tiene un reto por delante: "Mantener el espíritu libertario que arrojan sus canciones", incide Carbonell.

El provocativo compositor dice que espera que se pase pronto la moda de que el cantante "tenga que hacer alardes vocales y cantar súper agudo para que luego no se entienda lo que dice" y añade: "Esto no pasa en mis conciertos. Si canto yo, la canción la puede cantar todo el mundo", sostiene.

Al margen de su proyecto de "Los Toreros Muertos", Pablo Carbonell está de gira con su espectáculo "Canciones de cerca", título homónimo a su tercer álbum en solitario y que hoy llevará a las tablas del Gran Teatro de Cáceres y mañana viernes a la Sala Aftasí de Badajoz.

El artista indica que estos dos proyectos son conceptos diferentes, que no hay que mezclar, pero que tienen en común que "son muy divertidos".

Carbonell apunta que su último trabajo se trata de un disco "ecléctico" y con diferentes montajes que no parecen realizados por la misma persona y realiza una sátira a los estilos haciendo un guiño a Los toreros muertos.

Así encontramos "sevillanas globales" que define como "unas sevillanas que no hablan de Sevilla, una broma sobre ese folklore que tantos dolores de cabeza ocasiona".