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Rock psicodélico, folk, metal, sonido surf, rockabilly, rock and roll... Las apuestas sonoras elegidas por la capital alavesa para este fin de semana abarcan todo tipo de experiencias y de escenarios una vez olvidada la tregua veraniega. Tras experiencias como el Siberia Rock Festival como preámbulo perfecto -que tan buen sabor de boca dejó en Montehermoso-, la bendita normalidad se instala nuevamente en los bafles de salas y tarimas. El trajín de grupos, solistas e instrumentos desvelará los libretos más sugerentes de la escena alternativa, desde el corazón de Vitoria hasta su dedo gordo del pie. Para gustos, actuaciones.

Es habitual que a partir del jueves el reloj se ralentice, como si la rutina laboral no tuviera fin y los días de descanso se resistieran a llegar. Por suerte, existen salas que apuestan por musicalizar la espera, lugares donde el fin de semana empieza a sentirse antes de tiempo. Uno de ellos es Ibu Hots. Mañana, a partir de las ocho y media de la tarde, revolucionará su escenario Caudal. Es un trío de rock psicodélico, formado por el guitarrista canadiense Aidan Baker, el bajista de origen irlandés Gareth Sweeney y Felipe Salazar. El primero es conocido por pertenecer a la banda de drone y doom metal Najda. El segundo lidera el grupo de hardcore Gout. El tercero fue cofundador del madrileño Nudozurdo. Bombas de relojería que prometen explotar en la vorágine cósmica del kautrock, el postpunk y el spacerock, con capas superpuestas de cuerda y propulsión a chorro de los conductores rítmicos.

Diferente, pero caos también es el que se desatará en el Gora. La llave del detonador la tiene Joseba Irazoki, que presenta a las ocho y media en solitario su último disco, Oso Banda. Resulta difícil clasificar su estilo, pues lo mismo recurre al folk, que hace blues, psicodelia o experimentación de cacharrería. Canta y, a la vez, se encarga de todos los efectos de sus composiciones, así como de hacer sonar las guitarras, las armónicas y el bombo. Crea enredo, pero organizado. No hay otro igual. Al menos, seguro que no en Bera.

Como todo cabe en la agenda musical de Vitoria, y si no se hace hueco, la tercera apuesta de la jornada llega con ritmos cubanos. Kingston Station acoge el concierto del trío Guararey, una formación gasteiztarra que nació hace algo más de siete años a golpe de bolero, chachachá y son, dispuesto a mover al personal con sus interpretaciones de salsa, bossanova y clásicos latinos. La actuación empezará a las ocho de la tarde y no llegará sola, porque el local de Los Herrán ofrecerá tapas elaboradas como acompañamiento. El pintxopote se transforma en concertpote. Y los que quedan por delante.

La Jimmy Jazz tomará el relevo musical el viernes, con una propuesta que lleva certificado de entretenimiento. A las nueve de la noche, las puertas se abren para recibir a Toundra. Es una banda de rock instrumental de Madrid, creada durante los calores del verano de 2007, tendente a enloquecer. Fue a partir de 2012 cuando realmente despegó. De vuelta de una gira por Francia, Suiza y Alemania, ya en España, destrozó literalmente el Monkey Week en un concierto en el mismo suelo, ante una sala abarrotada, como si el mundo hubiera viajado al Seattle de principios de los 90. Ningún espectador olvidó aquel día. Nadie que haya visto sus actuaciones de este año lo ha hecho tampoco. Dicen los fans del grupo que sus actuaciones son bestialmente memorables.

Otra banda que da la nota, pero en su caso porque le va el metal estúpido, es El Reno Renardo. Sus cuatro componentes no se toman muy en serio ni pretenden que los demás lo hagan. Por algo sus discos -que los tienen- llevan nombres tan floridos como El Reno Renardo y el Reino de la Cagalera y Bisbal o El Improperio Contraataca. El proyecto de cachondismo musical nació allá por el año 2006 en Getxo, de la mano de Jevo, guitarrista de Valhalla y Soulitude. Tras haber intentado y fracasado su experimento Metalcrilator, se puso manos a la obra y logró parir con mejor suerte la banda que este sábado subirá al escenario de la Jimmy Jazz a las nueve y media de la noche.

Ese mismo día, pero en Venta de la Estrella, Hell Dorado estrenará temporada musical con una fiesta por todo lo grande. Los conciertos correrán a cargo de Lost Acapulco y Help Me Devil, surf mexicano y rock and roll en tremendas dosis que prometen poner en movimiento al personal. Tras las dos bandas, se pondrá a los platos Dj Oky, un pinchadiscos de lujo, maestro de ceremonias de los más salvajes saraos. Y, antes de que se agoten las energías, habrá sorpresa. "Súper bombazo final", dicen los organizadores. Qué será.