Vitoria. Cuando José Serrano compuso La Dolorosa acaba de perder a un hijo. La pena llegó al papel y sembró de notas desgarradoras la zarzuela, en una composición que cada vez que roza el aire constriñe a los oyentes. Experiencia de placentera tristeza, dicen, que llega el próximo viernes a las ocho y media de la tarde al Teatro Principal, con un cartel de cantantes, bailarines y músicos predominantemente local. No es casualidad el sello gasteiztarra. La Asociación Lírica de la Tierra, organizadora del evento junto con el Ayuntamiento de Vitoria, nació con el doble objetivo de contribuir a la divulgación de la música lírica y de ofertar una plataforma de salida y apoyo a todos nuestros artistas tras finalizar sus estudios en los conservatorios y escuelas de la ciudad.
La Dolorosa, una de las zarzuelas más representativas del género, ha sido la obra escogida para iniciar el nuevo curso musical por celebrarse este año el 140º aniversario del nacimiento de su autor. Contiene una trama dramática, de ésas que enganchan por sus sentimientos a flor de piel, contenidos en romanzas y dúos a lo largo de dos actos. El pintor Rafael, abrumado por un gran desengaño amoroso, busca el refugio en un convento de Cartujos, donde crea un cuadro. Se trata de la Virgen de los Dolores, que, sin él quererlo, recuerda a la mujer que acapara su pensamiento. El prior y fray Lucas llegan de dar un paseo, y aquél le pide a Rafael que le explique el motivo de su obra pictórica, lo que hace en una sentida romanza. Hay a continuación un duetto cómico entre Perico y Nicasia, en el que la muchacha le manifiesta sus proyectos matrimoniales con gran alborozo de éste. Luego se presenta Dolores, la antigua novia de Rafael, con un hijo en los brazos, y que sufre ahora el desprecio del hombre que la sedujo. Sigue un dúo entre los dos protagonistas. El pintor le aconseja que vuelva con ese varón, a lo que ella se opone con energía. que le aconseja vuelva al hombre que la sedujo, a lo que ella se opone con firme energía. Y tras varios dimes y diretes, el día de la fiesta de la Virgen Labradora, ocurre lo que los espectadores esperan desde el principio. El final feliz.
La Asociación Lírica de la Tierra se deshace en elogios hacia los artistas que dan vida a la zarzuela: el tenor vitoriano Alberto Canet-Muga, que encarna a Rafael, la mezzosoprano guipuzcoana Marifé Nogales, Dolores en la obra, el barítono Jesús Lumbreras, que hace de prior, y la soprano gasteiztarra Montse Sánchez, el contraste cómico a tanto drama. A los cuatro cantantes se suma un interesante plantel de profesionales. El director de orquesta es Ricardo Chiavetta, y el de escena el conocidísimo actor Txema Blasco. La orquesta la forman 25 profesores de música y arpa. Y los coros están formados por integrantes de la Federación Alavesa de Coros y varios cantantes grupales vitorianos.
Los interesados en disfrutar del espectáculo han de acudir al Teatro Principal para comprar las entradas. Las hay de 12, 17 y 21 euros, en función de la ubicación. Cuando acabe La Dolorosa, además, habrá un fin de fiesta con la interpretación de varias romanzas de siete zarzuelas.