Donostia. Juan José Campanella hizo honor a la fama de locuaces de sus compatriotas y capitalizó buena parte de las declaraciones de la rueda de prensa de ayer. El argentino confesó que les sorprendió "muy agradablemente" que el Festival les pidiera inaugurar la presente edición, algo que considera un "riesgo" y "una gran jugada" por parte de la organización. Sin embargo, opinó que tanto España como Argentina, que coproducen el filme, están "en condiciones de competir a escala mundial", incluso con Hollywood.

El director trató de echar balones fuera cuando se le preguntó si inaugurar el festival era un acto de desagravio tras perder la Concha de Oro en 2009 por El secreto de sus ojos. "No, no, todo está bien, somos amigos. Además tuvimos una buena revancha", bromeó en alusión al Oscar a la Mejor película extranjera que logró después. Admitió, "por supuesto", que se llevó una decepción cuando supo que la china City of Life and Death le arrebató la Concha de Oro. "Desde chico no me divierte jugar por jugar. Si me meto en un juego, voy a querer ganar algo, aunque perder es parte del juego", señaló, sabedor de que la alegría y la tristeza duran poco: "Tanto he tratado de suprimir la tristeza de no ganar premios que también suprimí la alegría que me produce ganarlos".