Más allá de recortes, promesas incumplidas y ninguneos públicos hacia su labor, existe un amplio sentido de rentabilidad social en quienes desde hace más de tres décadas comandan la dirección de Teatro Paraíso. Un sentimiento estrechamente ligado a las familias alavesas con las que este grupo de profesionales ayuda -o al menos pretende- a estimular artísticamente a las futuras generaciones. Un empeño conjunto por mejorar el futuro que año tras año provoca un ejercicio encomiable de adaptación a los tiempos. Con crisis o sin ella, con tijeretazos o sin ellos, el viejo caserón que alberga la sede de esta compañía, al final de la calle Cristo, en la periferia del barrio de Abetxuko, respira vida y arte. En todas sus disciplinas, sin limitaciones de género ni mucho menos edad. Cada una de sus tres plantas se encarga de recordarlo en una muestra magistral de que lo importante en este tipo de espacios no es el ladrillo sino el contenido. La palabra y el mensaje vinculados a personas y artistas en pro de un mismo objetivo: "Aprender a educar nuestras emociones", sugiere en esta línea la directora del centro, Pilar López.

Sólo bajo esta filosofía se explica el sorprendente éxito que cada año desata su apuesta por el público infantil, un "regalo para los niños" que hace ya años comenzaron a extender en Vitoria como si de una balsa de aceite se tratara. A saber: programa Bebés dentro del Festival Internacional de Teatro, que tiene lugar en el centro cívico de Lakua a partir del mes de noviembre; programa Mini Artium en el mismo Museo de Arte Contemporáneo; talleres infantiles a lo largo de la red de Escuelas Infantiles de la mano del Ayuntamiento; y desde el pasado año, KunArte, un novedoso Centro de las Artes para la Pequeña Infancia dirigido a niños de cero a seis años que pueden disfrutar junto a sus progenitores de espectáculos en vivo así como de talleres en torno a las más diversas disciplinas, tanto artísticas como vitales. "Las artes son una herramienta privilegiada para la estimulación temprana y para impulsar la formación integral a través del desarrollo de las inteligencias múltiples", apunta la directora.

Bajo estos dos pilares se sustenta una cuna que el año pasado, a lo largo de todo el curso escolar, meció a cerca de 3.000 usuarios en sus coquetas instalaciones. "Nuestra intención nunca fue la de hacer una escuela de teatro sino que hemos querido hacer un centro integral en el que tengan cabida tanto los propios niños como sus padres, los profesionales de la educación que están alrededor de la pequeña infancia, además de artistas y formadores", insiste López.

talleres trilingües Al igual que en la primera edición, KunArte vuelve a incidir este año en dos aspectos: la programación Ikusi Makusi -para niños de entre uno y cinco años- y TallerArte, una propuesta para la estimulación artística del público infantil comprendido entre los tres y los seis años. La primera propuesta comenzará el próximo 27 de octubre con el taller-espectáculo ¿Quién era yo antes de ser yo?, en sesiones de mañana y tarde. Le seguirán hasta enero otros seis espectáculos por los que cada familia abonará entre los seis y los diez euros por persona.

La metodología de TallerArte será distinta. Su desarrollo no tendrá lugar los fines de semana, sino que se adecuará al curso escolar, impartiéndose los talleres de lunes a viernes entre las 18.00 y las 19.00 en castellano, euskera e inglés, y abordando disciplinas como la danza, la música o el teatro. Tanto las matrículas como las entradas para este tipo de espectáculos pueden adquirirse ya a través de la web oficial del centro (www.teatroparaiso.com) o en el teléfono 945 289 323.