La esencia del Festival Internacional de Benicàssim se materializó el sábado en forma de Artic Monkeys y Miles Kane, dos habituales de la cita musical, que dieron sendas lecciones de matrícula de honor en el escenario principal. La jornada recordó a los mejores tiempos del festival con mucho público entregado, himnos de la música independiente y reencuentros esperados sobre las tablas. Con mucho más público que los dos primeros días, por fin el escenario Maravillas brilló en todo su esplendor y se llenaron los huecos que quedaron en la mayoría de los conciertos de los dos primeros días.