Donostia. El Festival Internacional de Cine de San Sebastián revierte a las instituciones, vía impuestos por la actividad económica que genera, 4,6 millones de euros, una cifra algo superior a la aportación pública al certamen, que produce en conjunto un impacto económico de 27 millones de euros.
Estas cifras son algunas de las conclusiones del primer informe sobre impacto económico del Zinemaldi que dio a conocer ayer el director del festival, José Luis Rebordinos, quien destacó que estos números evidencian que "en tiempos de crisis, la cultura genera riqueza y puestos de trabajo". El presupuesto del Festival en su pasada edición ascendió a 7,5 millones de euros, de los cuales, el 56% proceden de capital público y el 44% restante privado, una partida esta última que se ha incrementado entre 2011 y 2012 en un 9%.
Según el estudio, elaborado por la consultoría Ikertalde, el 85% del presupuesto se concreta en un gasto local de 6,3 millones de euros. A esta cifra se suman los impactos indirectos en la ciudad de los nueve días del festival, que suponen una "prolongación del verano donostiarra". De hecho, en las fechas del evento cinematográfico los precios de los hoteles son los más caros del año y la bajada de reservas en la capital donostiarra el mes de septiembre se sitúa 14 puntos por debajo del de otras ciudades de la costa cantábrica.
En cifras Trasladado a cifras, las pernoctaciones se incrementan esos días en 28.025 pernoctaciones hoteleras valoradas en 3,2 millones de euros y el gasto en el sector terciario asciende a 8,7 millones, lo que suma 11,9 millones.
Este gasto, tal y como explicó el director de Evaluación y Consultoría de Ikertalde, Iñigo Arteche, desencadena de forma inducida actividades en sectores interrelacionados por un valor de 27,3 millones de euros, lo que se traduce en un PIB de 14,5 millones de euros y 235 empleos. Esta actividad, a su vez, genera un retorno directo de ingresos públicos de 4,6 millones de euros a las instituciones: 801.499 euros por el Impuesto de las Personas Físicas; 746.013 por el Impuesto de Sociedades; 1,5 millones de euros por el Impuesto sobre Productos y 1,5 millones en Seguridad Social.
La proyección exterior del festival, con más de 18.000 apariciones contabilizadas en 520 medios de comunicación a nivel mundial, supondría, traducido a contratos de publicidad, un contravalor económico de 67,7 millones de euros.
El estudio ha abordado también aspectos cualitativos de las repercusiones del festival, "que se vincula al ADN de San Sebastián" y constituye una "marca de la ciudad", indicó Arteche. En este sentido, destacó la importancia del certamen en la proyección exterior de la capital guipuzcoana, que desprende una "imagen positiva" vinculada a una actividad cultural favorable "aderezada de glamour y atractivo".
Una "PYME ESTABLE" Con todo esto, Rebordinos también destacó que el Festival es una "pyme" estable con un equipo de 82 empleados entre fijos y colaboradores y defendió que supone un "proyecto de país" que genera desarrollo económico y puestos de trabajo.
Un total de 157.256 personas asistieron a alguna de las 226 películas que se proyectaron en la pasada edición del programa, en la que participaron además 2.331 profesionales de la industria del cine y casi 1.000 periodistas de 42 países.
Estas personas actúan como embajadoras y crean un "efecto llamada" hacia la ciudad, subrayó el director, quien aseguró que cada vez es más frecuente que estrellas de Hollywood o ejecutivos de la industria visiten de incógnito la capital guipuzcoana tras haber estado en el Festival.