gasteiz. Han pasado ya unos cuantos meses desde su última visita a tierras alavesas. Fue en el marco de la última edición del Festival de Teatro de Humor de Araia. ¿La excusa? La misma que hoy les trae hasta Gasteiz, Siglo de oro, siglo de ahora (folía). Eso sí, entre medio, la última propuesta de Ron Lalá ha conseguido dos importantes nominaciones para la próxima cita de los Premios Max gracias a esta obra, las correspondientes a mejor espectáculo de teatro musical y mejor empresa o producción privada de artes escénicas.
A la espera de saber qué sucederá en ambos casos el próximo 13 de mayo, que es cuando se realizará la gala de entrega de los galardones, la compañía sigue su apretada gira de representaciones, un no parar que esta noche se detiene sobre el escenario del Félix Petite. Eso sí, quien no tenga su entrada en la mano para una cita que arrancará a las 20.30 horas, ya puede ir despidiéndose porque no queda ni un sólo hueco disponible desde hace varios días, siguiendo lo que ya pasó en Araia.
Los afortunados que sí asistan deberán, ante todo, prepararse para reír sin problemas. Lo harán con un espectáculo que, como es marca de la casa en el caso de Ron Lalá desde su nacimiento en 1996, unirá humor, teatro y música.
En esta propuesta, estrenada a mediados del año pasado en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares, los cinco componentes del reparto enlaza el barroco con el momento actual para mezclar a Lady Macbeth y Lady Gaga en una sola frase, es decir, para conjugar el pasado y presente a través de una serie de piezas breves de teatro, o lo que es lo mismo de folías, un claro precedente de lo que ahora se denomina sketch.
Tiende el ser humano a repetir muchos errores por no aprender de lo que ha vivido, y la comparación con el Siglo de Oro a Juan Cañas, Inigo Echevarría, Miguel Magdalena, Daniel Rovalher y Álvaro Tato les viene al pelo para ejemplificar ante el público que las cosas no han cambiado tanto por muchos años que hayan pasado, y que en este presente se dan muchas circunstancias de aquel pasado.
Todo ello, por supuesto, pasado por dos herramientas básicas en la trayectoria del grupo: por un lado, el humor, la ironía, la crítica y el sarcasmo; por otro, la música. Con esos ingredientes se construye una producción que se suma a la ya extensa trayectoria de una compañía que ha sabido con el paso del tiempo ganarse a un público fiel que siempre responde. De ello es un claro ejemplo el cartel de completo que hoy cuelga en Ibaiondo.