madrid. La industria cultural en España debe atajar la falta de formación empresarial, una carencia que dificulta su acceso a formas de financiación a través de créditos, aseguró ayer la directora general de Política e Industrias Culturales y del Libro, María Teresa Lizaranzu.

Para ello, gestores culturales participaron en el encuentro Claves para el impulso de las industrias culturales y creativas, en el que se abordaron modelos de financiación y de negocio y la internacionalización de un sector creador de empleo y valor económico. Sólo el sector de los libros y la prensa, que representa por término medio un 40,30 % del conjunto de las actividades culturales, aporta un 1,04% al PIB, según datos del Observatorio de la Lectura y el Libro, que cifra en 54.800 los puestos de trabajo que genera. Lizaranzu apuntó las dificultades de acceso a la financiación por parte de las empresas culturales debido a la falta de experiencia a la hora de elaborar estudios sobre planes de negocio, viabilidad económica y evaluaciones de riesgo necesarios para acceder a créditos bancarios que concede el Instituto de Crédito Oficial (ICO). Ante esta situación, la Secretaría de Estado de Cultura trabaja en la puesta en marcha de una línea de crédito específica para el sector, por importe de 11 millones.