Vitoria. Por un lado el programa y el inicio de la venta de abonos y entradas. Por otro, las consecuencias de los recortes, aunque al final todo vaya unido. Después de realizar hace unos días el primer avance de la trigésimo séptima edición del Festival de Jazz de Vitoria, el certamen cerró ayer el cartel preparado para este año tanto en Mendizorroza como en el Principal anunciando las nuevas incorporaciones, pero también haciendo público que los ajustes van a obligar a quitar un día con respecto a las fechas anunciadas en un principio, una jornada menos que se une a la que ya se perdió hace unos años (cuando se dejó de hacer el Picnic de Nueva Orleáns).
La crisis aprieta y eso se ha notado en las últimas ediciones del encuentro, que además de dejar de realizar su fiesta inaugural al aire libre también dejó en suspenso su seminario con la Julliard School, amén de otros ajustes menos perceptibles por el público. En esta ocasión, la situación económica ha llevado al festival a seguir en esta línea y reducir una doble sesión, con lo que, al final, el certamen tendrá lugar entre el 16 y el 20 de julio.
Más allá de esta circunstancia coyuntural, la venta de abonos y entradas arrancará el próximo día 15 a través de Internet y de las oficinas de El Corte Inglés (hasta junio, como suele ser habitual, no se abrirá la oficina del encuentro, que será cuando comience la compra física de pases). Los abonos numerados para el polideportivo estarán disponibles, desde dentro de un par de semanas, por 155 euros, los no numerados por 100 y los correspondientes al teatro por 55 euros. En este último caso, además, las entradas sueltas se podrán adquirir por 15 euros, mientras que en el pabellón, la Noche del Gospel costará 15 euros, la del miércoles 25, jueves y viernes 35, y la de clausura 45 euros.
En lo que se refiere de manera estricta a la música, el programa de Mendizorroza ya está completo tras el avance de hace una semana y el anuncio de ayer. Así, el certamen arrancará su marcha en el polideportivo de la mano de la Noche del Gospel y la actuación de los 18 jóvenes componentes del Los Angeles Crenshaw Gospel Choir, acompañados por cuatro músicos.
Ellos darán el relevo, al día siguiente, a la primera doble sesión en el pabellón, que, como se desveló hace unos días, estará protagonizada por el trompetista Ibrahim Maalouf y el guitarrista Bill Frisell, junto a sus respectivos grupos.
El jueves ya tenía asegurada la presencia de la joven cantante Melody Gardot, quien estará precedida por el pianista Jacky Terrason, que regresa al festival 17 años después. Eso sí, el intérprete nacido en Berlín contará con la presencia, como invitados especiales, del clarinetista y saxofonista vasco-francés Michel Portal, el trompetista Stephane Belmondo y la cantante Cecile McLorin Salvant.
También la doble sesión del viernes sabía que en ella iba a estar Branford Marsallis, aunque antes de que el saxofonista y su gente haga acto de presencia ante el público, será el quinteto del trompetista Tom Harrell quien abra la noche. El de Illinois, más allá de su enfermedad, dotará de mucho empaque la penúltima cita del certamen, y lo hará acompañado por el saxofonista Wayne Escoffery, el pianista Danny Grisset, el contrabajista Ugona Okegwo, y el batería Johnathan Blake.
Ya el sábado 20, como ya es sabido, el festival se cerrará con las actuaciones de Chick Corea y Paco de Lucía, quienes además ofrecerán, doce años después, una parte final conjunta.
En el teatro El que todavía no tenía ningún nombre puesto en su cartel era el ciclo del Jazz del Siglo XXI, algo que el evento solucionó ayer de una sola vez. Las citas en el Principal se abrirán, también el 16, con una nueva edición de Konexioa, esa propuesta del certamen por unir a músicos vascos con colegas norteamericanos. Esta vez será el turno de contrabajista pamplonés Javier Colina quien cruce sus sonidos con el pianista neoyorquino George Cables.
Tras ellos, el escenario de la calle San Prudencio se dejará llevar por dos propuestas de músicos muy jóvenes y otro par de citas con intérpretes que aunque no son mucho mayores, sí tienen detrás una trayectoria considerable.
En ese segundo apartado se puede encasillar al pianista norteamericano Craig Taborn, que se presentará solo en el Principal el día 17. En el primero, a quien le tomará el relevo 24 horas después, el contrabajista Ben Williams, que regresa a la capital alavesa como líder de su grupo tras actuar con Pat Metheny hace doce meses.
Otro que justo ronda la treintena, aunque sea un poco por encima, es el pianista luxemburgués Franceso Tristano, que en formación de trío actuará en la penúltima cita del ciclo. El broche lo pondrá el día 20 el batería mexicano Antonio Sánchez, que regresará a Gasteiz para presentar su primer disco como líder, Migration, tras años de colaborar con no pocos colegas y de ser la base sobre la que el mencionado Metheny sustenta su actual formación.