Entre un mar de dudas sobre los procedimientos que se están siguiendo, en las últimas semanas la Obra Social de Caja Vital está tomando una serie de decisiones con respecto a su acción cultural que no sólo no están gustando entre los afectados sino que están generando también un importante malestar en el seno de algunas instituciones. La salida de la entidad de las fundaciones de la Catedral Santa María y de Artium son el penúltimo capítulo de una historia en la que la crisis económica sirve como telón de fondo para un argumento que viene fraguándose desde hace un tiempo y que sigue teniendo en el edificio del difunto centro cultural Krea un monumento al vacío.
La falta de recursos es la justificación utilizada. No hay dinero suficiente y, según explican fuentes de la entidad a este periódico, las prioridades de la caja en estos momentos pasan por salvaguardar los puestos de trabajo de la Obra Social y mantener aquellos programas relacionados, por un lado, con la formación y, por otro, los proyectos de carácter social.
Sin embargo, ni las formas ni el fondo de las decisiones tomadas con el templo gótico y con el museo de arte contemporáneo parecen convencer. La propia diputada de Cultura, Iciar Lamarain, desveló hace unos días que, con respecto a Artium, la comunicación sobre el abandono de la fundación se realizó vía e-mail. De hecho, la Vital sigue siendo patrono del centro y así seguirá figurando hasta que se den los pasos oficiales. Similar fue lo sucedido con Santa María.
En el caso de la Catedral, su apoyo económico, traducido en 100.000 euros el año pasado, servía para financiar el programa Abierto por Obras. En lo que se refiere al museo, 60.000 euros, el dinero se destinaba a los proyectos educativos. Ambos espacios han asegurado que ni una oferta ni la otra corren peligro de desaparecer, pero no hay duda de que el golpe es importante para dos fundaciones que en los últimos años no han parado de sufrir recortes en sus presupuesto, algo que también sucede con las cuentas de 2013.
Eso sí, las decisiones adoptadas por el Consejo de Administración presidido por el popular Fernando Aránguiz no están teniendo casi respuesta, por lo menos de manera pública. Más allá del malestar mostrado por Lamarain (que también se ha encargado de recordar que alguna de estas resoluciones se venían anunciando por parte de la entidad cuando su máximo responsable era el socialista Carlos Zapatero), sólo la plataforma Cultura Vital ha mostrado su rechazo a los pasos dados.
Este grupo de personas vinculadas a la creación, que consiguió tres consejeros en las elecciones del año pasado, ha hecho pública su disconformidad clara con el abandono de estos dos proyectos al tiempo que ha reclamado un debate abierto y productivo sobre los presupuestos de la Obra Social para 2013 antes de su aprobación en marzo por parte de la Asamblea General.
La agrupación está presente en el consejo asesor de la Vital, una figura creada a partir de la última Ley de Cajas, que aunque no tiene potestad de decidir sí que debe informar sobre la propuesta de las cuentas de la Obra Social, algo que al parecer no ha sucedido en el caso del templo y el museo. "Ninguna de las noticias que se están haciendo públicas (...) han sido debatidas y mucho menos aprobadas por el consejo", describe la plataforma, que apuesta, "ahora que los recursos son escasos", por "reflexionar sobre su destino" ya que "nos encontramos en un momento crítico que está suponiendo el desmantelamiento de la mayoría de las infraestructuras culturales en Álava".
A la espera de ver qué recorrido real pueden tener los movimientos de la agrupación (que se están produciendo, sobre todo, dentro de los propios cauces de la entidad), parece complicado, por no decir imposible, que la situación pueda cambiar. Es más, lo más seguro es que vaya a peor.
De momento, con lo que sí está siguiendo la caja es con su programa de exposiciones en las salas que posee (los espacios Araba, Luis de Ajuria y Fundación inauguran este mes nuevas propuestas) y con citas veteranas como la Semana de Cine Vasco (que arrancará el día 25) o los Martes Musicales.
De aquellos polvos... Con todo, a casi nadie le ha pillado de sorpresa la retirada de la entidad de Santa María y el museo. Bueno, tal vez sí que haya sido completa. Sin embargo, la Vital viene desde hace tiempo mostrando síntomas de que algo así podía pasar.
Es cierto que el caso de Krea es el más mediático, pero no ha sido el único en los últimos tiempos en los que la caja ha decidido hacer mutis por el foro. El programa de exposiciones de la Escuela de Artes y Oficios, por ejemplo, lo sabe bien.
Aún así, el difunto centro cultural de Betoño sigue pesando como una losa. Y lo hace porque es difícil olvidar los 18 millones de euros que costó su sede, un edificio que no se llegó a abrir ni siquiera de manera parcial y que lleva casi dos años terminado por completo con el único oficio de guardar polvo.
En este caso, además, la reciente negativa de Aránguiz de acudir al Ayuntamiento de Vitoria para explicar la situación del edificio y compartir con los partidos políticos municipales posibles soluciones no ha hecho más que ahondar en una sensación que se ha reforzado con los modos empleados con el templo y el museo, es decir, que el Consejo de Administración quiere hacer sin tener que argumentar.
No hay que olvidar que las decisiones sobre la Catedral y Artium se han conocido porque los afectados las han hecho públicas ya que Caja Vital ha preferido no decir ni esta boca es mía.