Inglaterra. Es 1823. Anna vuelve a casa dispuesta a mantener la escuela rural que ha fundado, empeño para el que intenta conseguir el apoyo de John Sinclair, un vizconde con quien choca de manera frontal en un primer momento. A partir de ahí: amor, medias verdades, pasados que no se quieren recordar, una sociedad carga de prejuicios... No se pueden dar más detalles. Esos los tendrán que descubrir los lectores que se acerquen a Quédate en mi vida (editada por el sello Vergara de Ediciones B), una novela romántica que supone el debut de Ava Campbell. Pero no, no se trata de una escritora de las islas. Detrás de ese seudónimo se encuentra una gasteiztarra que justo acaba de presentar este estreno entre las letras mientras espera a que vea la luz el segundo libro que ya tiene terminado y sigue componiendo el tercero. Sonia Galdós no para.

Lectora empedernida, esta mujer formada en el mundo del Derecho decidió hace tres años dejar su trabajo en una multinacional para tomarse un respiro vital. Apareció entonces la posibilidad de hacer un taller de escritura romántica y una cosa llevó a la otra. De ahí nació su primera novela, un texto que un buen día (se acuerda a la perfección de que fue el 27 de agosto de 2011 tras volver de un partido del Alavés) decidió enviar a siete editoriales. Y no tuvo que aguardar demasiado para encontrar respuesta. 48 horas después ya tenía pretendiente y, además, de peso dentro del género en el que se enmarca su creación. "No he tenido que esperar tanto para ver el libro publicado así que ahora tengo como una sensación rara", apunta la autora.

Ahora es cuando Quédate en mi vida empieza su propio camino, lejos de quien la creó. Y cada persona hará sus lecturas. "Yo lo que he intentado es hacer algo cargado de fuerza y optimismo, que fuera alegre, que es algo muy necesario tal y como están las cosas". Lo dice consciente de que hay una parte de los lectores tradicionales que miran al género romántico incluso con cierto rechazo. "Todas las relaciones tienen su complejidad, no sólo las que se refieren al amor y hacia ellas todos nos sentimos cercanos. Además, la parte romántica es la que mayor peso tiene, pero también hay una parte costumbrista y un lado social en lo que he hecho", describe, al tiempo que afirma que "éste es un género en el que hay cosas discutibles que yo mismo reconozco, pero también auténticas novelazas".

De momento, entre las respuestas que se está encontrando a su debut resalta que "la han leído hombres que tal vez pensaban que la novela romántica no era lo suyo y que, sin embargo, se están sorprendiendo", no así sus más allegados, a los que parece que no les ha pillado a contrapié su faz de escritora, "aunque no lo entiendo porque de joven puedes escribir muchas cosas pero esto es algo muy distinto".

En el futuro más inmediato, la novela romántica sigue reclamando la atención de Galdós. Ya tiene concluido su segundo libro, una historia situada en la Vitoria de 1808, en plena época napoleónica. Es el inicio de una serie que sigue construyéndose con el tercer título que tiene ahora entre las manos, un argumento enmarcado en 1810 al sur de Álava que está tomando forma y fondo en estos momentos. "Intento escribir en los huecos que me deja todo lo demás, sobre todo la familia", ríe la escritora.

Lo que tiene claro es que hay dos constantes en sus creaciones. Una es que imagina y da vida a mujeres guerreras. Otra es que quiere trasmitir las sensaciones positivas que ella siente. "Claro que puede haber lugar a la reflexión entre lo que hago, pero ante todo está el pellizco emocional y la sonrisa".

Por el momento, Quédate en mi vida es su particular tarjeta de presentación. Anna y John sus herramientas para encontrarse con el público. Y a partir de ahí...