Vitoria. En los planes inmediatos de Zuzenak y Talur está la creación en Gasteiz de una escuela de artes escénicas pensada para personas con distintas discapacidades. Es un proyecto en ciernes que parte de experiencias anteriores ya realizadas por estas asociaciones sirviéndose de la cultura. Para aprender de lo que otros hacen pero también para encontrarse con el público en general (porque, aunque parezca mentira, todavía hay que luchar con tópicos e ideas preconcebidas) estas agrupaciones alavesas se han unido con el XXXVII Festival Internacional de Teatro de Gasteiz para traer a la capital alavesa a la compañía profesional Paladio.
Eso sucederá el próximo viernes 30 en el escenario del Félix Petite, cuando el grupo, formado por personas con discapacidad, represente, a partir de las 20.00 horas y con las entradas a 3 euros, Ulisea. El espectáculo, que servirá para clausurar el certamen, toma como referencia La Odisea, La Ilíada y La Eneida para, desde la comedia, acercarse al hecho de crear.
"El teatro es una herramienta muy útil para nosotros. Lo es como una forma de comunicación para personas que tienen dificultades para expresarse, pero también como un modo de acercamiento a la ciudadanía en general", describió ayer Amaia González Ruiz de Apodaka, de la asociación de personas con discapacidad intelectual Talur, en la presentación de un montaje pensado para todos los públicos y al termino del cual se realizará un coloquio moderado por Mikel Arrikagoitia. "Queremos que esta representación sea el principio de algo más, que no quede en el olvido", apuntó Julio Roca, de Zuzenak ("¡que nos dedicamos sólo al deporte!").
De que todo eso suceda, de que el escenario cobre vida se encargará una de las pocas compañías de teatro profesional de todo el mundo formada por personas con capacidades diferentes, una agrupación que lleva 16 años en funcionamiento, girando con sus creaciones también a escenarios de países como Francia y Portugal.
En Ulisea, la agrupación cuenta la historia de "Homero, pícaro poeta y rapsoda de la antigua Grecia, que se gana la vida mendigando y mal vendiendo poemas, intenta sacar adelante su última creación literaria, la historia de uno de los grandes mitos y héroes de la épica griega: Odiseo, o lo que es lo mismo, Ulises. Pero no siempre es el autor el que decide y manda sobre el destino de los personajes y situaciones de su obra, sino que, más bien por el contrario, Homero comprueba angustiado como las musas favorecen, en ocasiones, el libre albedrío de sus personajes".
"Es una ocasión especial que, según veamos cómo funciona, esperamos repetir en el futuro", apuntó la concejal de Cultura, Encina Serrano. De momento, las entradas están a la venta. Ahora es el turno del público.