Bilbao. 65 años pintando, ¿cómo ha evolucionado su estilo? Porque incluso tuvo una época en la que pintaba figuras estilizadas...

Sí, como el Greco o Picasso. Tuve mi momento en el que me impresionó mucho la pintura de Picasso, siendo muy joven, pero son influencias normales. Después he cultivado el volumen, pero uno siente una evolución, no un cambio en el estilo. El Greco o Boticelli pintaron grecos o boticellis toda la vida. El único que tuvo el talento de pintar en varios estilos fue Picasso, pero eso no es lo normal.

Usted siempre dice que no pinta gordas, que lo que le importa es el volumen...

Lo he dicho muchas veces, no he pintado una gorda en mi vida. He expresado el volumen, buscando darle protagonismo al volumen, hacerlo más plástico, más monumental, como si fuera casi comida, arte comestible. El arte debe ser sensual, en ese sentido lo digo.

También predominan los temas amables.

Sí, mi pintura es sobre temas más bien amables porque la pintura se ha hecho sobre temas amables. Uno ve que los pintores han trabajado en la exaltación de la vida, en medio de grandes tragedias. Por ejemplo, el impresionismo, ¿quién ha conocido un cuadro impresionista deprimente?, y había guerras, tragedias, pero la pintura mantenía una actitud positiva ante la vida. Hoy en día es distinto, el arte ha cambiado hacia una postura de producir un escándalo, un shock, que no era lo que se hacía tradicionalmente.

Parece que no le convence mucho el arte actual.

No se puede reemplazar la pintura por cosas que tienen que ver más con la televisión, como el vídeo, o con el teatro, como las instalaciones. La pintura es pintar sobre una superficie plana con formas para expresar algo y existirá siempre; lo otro es otra cosa.

Hablando de arte moderno, estamos al lado del museo Guggenheim de Frank Ghery, pero sus obras se exponen en el clásico de Bellas Artes.

El Guggenheim me impresiona muchísimo como arquitectura, pero este museo (el de Bellas artes), como todo museo, es un sitio neutro, minimalista, sin pretensiones en las paredes que no sean otra cosa que mostrar la pintura, sin distracciones.

La amabilidad predomina en su arte pero de vez en cuando expresa su compromiso social y pinta cuadros sobre la tortura ¿Cree que la crisis europea es motivo de inspiración?

La situación en Europa no es pintable, tiene más que ver con números que con otra cosa. La tortura era un caso muy especial que merecía que la pintura se encargara de él.

Cuando un tema le deslumbra -los toros, el circo, la iglesia- se entrega y pinta sobre él un par de años ¿Hay algún tema ahora que le absorba?

No, no trabajo en ninguna serie, no siempre hay ese entusiasmo por un tema. El último fue el Vía Crucis. Ahora vuelvo a los temas eternos de la pintura, a la naturaleza muerta o los personajes.

Los toros fueron uno de esos temas absorbentes. ¿Qué le parece la prohibición de las corridas de toros en Cataluña o Bogotá?

Me parece muy mal porque todo el mundo tiene derecho a tener aficiones. No es la única cosa cruel que hay en la vida, la cacería, la pesca es cruel. La gente que come langostas y las echa a la olla también es cruel pero nadie dice nada, habrá que inventar un comité para la defensa de las langostas.