madrid. Luis Mateo Díez cumple mañana 70 años, dispuesto a "llevar al límite el reto de la creación" y convencido de que "el riesgo está en la literatura" y de que aún le queda "mucho por descubrir en la ficción", como en ese nuevo libro que ahora publica, La cabeza en llamas, arriesgado y sorprendente. "Vivo en la novela lo que la vida ya no me reclama", afirma Mateo Díez en una entrevista con Efe, en la que habla de las cuatro historias, inquietantes y perturbadoras, que contiene su nuevo libro y explica cuánta satisfacción le ha dado dedicarse a la literatura, "la gran atadura" de su vida. "Sin la literatura yo hubiese sido un ser mucho más desnortado de lo que soy, aunque he tenido grandes amigos y personas muy cercanas que me han ayudado a superarlo", dice este gran escritor, con ese fino humor que envuelve siempre sus declaraciones. Desde que publicó en 1973 Memorial de hierbas, Mateo Díez (Villablino, León, 1942) ha sabido construir un universo literario propio que lo ha hecho merecedor de premios como el de la Crítica (en dos ocasiones), el Nacional de Narrativa y el Castilla y León de las Letras. Desde el año 2000 es académico de la Lengua. No es de los que creen que "escribir equivalga a sufrir. Jamás". Para él la literatura "ha sido el placer más grande" de su existencia y, a los 70 años, tras ese "compromiso fuerte" que ha mantenido con la ficción, afirma que escribir es "lo único" que le interesa "para que la vida no decaiga".
