Mérida. Una fiesta rave de música electrónica en directo es la versión arriesgada, pero "coherente", que el director extremeño Carlos Álvarez-Ossorio hace del clásico Bacantes de Eurípides para ambientar la lucha entre la legalidad del poder establecido y la fuerza de la revolución anti-sistema.

La LVIII edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida encara con esta obra su recta final y así, el teatro romano de Mérida acogerá mañana la versión "sorprendente" que Álvarez-Ossorio hace de Bacantes de la mano de actores como Críspulo Cabezas, Domingo Cruz y Paca Velardiez, entre otros.

Se trata, según explicó el director en rueda de prensa, de un espectáculo en el que se hace una clara apuesta por el teatro contemporáneo y la música electrónica en directo para dar vida a una obra que, a pesar de formar parte de los clásicos, tiene mucha actualidad en los tiempos que corren. Con una puesta en escena donde el propio teatro romano de Mérida es una pieza fundamental y apoyado en una estética "atemporal" con grandes ánforas y depósitos, esta interpretación de Bacantes busca "sorprender" al público y atraer a espectadores que no suelen acudir al teatro, y menos a un ciclo de obras clásicas, apuntó el director del Festival, Jesús Cimarro. El gancho está, en gran parte, en la música electrónica en directo que pinchará el DJ Matthew Herbert y que será, sin duda, uno de los grandes atractivos de la obra que, según asegura el actor Domingo Cruz, no ha perdido los elementos clásicos de Eurípides.

Penteo es un espectador que desea ver aquello que le horroriza pero que no es capaz de captar el carácter sagrado de la representación que pone en juego Dionisio frente a él. Penteo representa la legalidad del orden establecido, mientras que Dionisio es la fuerza del anti-sistema. Formas opuestas de entender la sociedad pero que están unidas por la incapacidad de contar con los ciudadanos ya que ambos anteponen su visión del mundo al bien común. La intención de la compañía extremeña encargada del espectáculo, El Desván, es rescatar el carácter transgresor y catártico de la obra de Eurípides a través de la música y el trance, estados de euforia y éxtasis vinculados en muchas ocasiones a la música electrónica.

El actor Críspulo Cabezas explicó que desde el principio quedó entusiasmado por la propuesta porque era "incapaz" de imaginarse la representación de una obra clásica con un ambiente de música electrónica.