barcelona. El director de cine franco-griego Costa-Gavras opinó ayer en Barcelona que la democracia mengua día a día en favor de los grandes grupos económicos mundiales, ya sean bancos o agencias de calificación, y aseveró que se está "llegando al fin de una civilización". Autocalificándose como un contador de historias a partir de imágenes, el cineasta reconoció que no tiene ninguna receta para solucionar el problema, pero mantuvo que esa tampoco es tarea de alguien de su oficio, sino que son los políticos a quienes les corresponde cambiar el rumbo. En su opinión, para eso son elegidos en unas elecciones y "les pagamos bien para que solucionen esto".
El autor de Z presentó ayer en la Filmoteca de Catalunya su última película, Eden a l'Ouest, donde se posiciona contra el racismo y contra la explotación humana. No escondió que lo que más le indigna actualmente es que "los dirigentes que elegimos no dirigen los Estados, sino que lo hacen los grandes bancos americanos y mundiales y las agencias de calificación y control".