LONDRES. La reina Isabel II completa hoy las exitosas y multitudinarias celebraciones de sus 60 años en el trono británico sin su esposo, el duque de Edimburgo, quien continúa hospitalizado por una infección de vejiga.

El consorte real, que asistió al desfile de mil barcos por el río Támesis celebrado este domingo entre la lluvia y el frío, tuvo que ser ingresado repentinamente tras sentirse mal en plenas celebraciones del Jubileo de Diamantes de su esposa.

La última jornada de festejos dará comienzo con la celebración de un servicio nacional de acción de gracias en la Catedral de San Pablo, en pleno centro de la capital, tras el que la familia real llegará en carroza al Palacio de Buckingham y, si el tiempo lo permite, un desfile aéreo a cargo de las Fuerzas Aéreas británicas.

El día amaneció despejado en Londres pero los servicios meteorológicos advierten que, para cuando la soberana salude desde el balcón de Buckingham, a las 14.30 GMT, se prevé lluvia.

A las 17.00 horas GMT, las televisiones y emisoras de radio británicas y de los países que forman la Comonwealth emitirán un mensaje de agradecimiento grabado por la Reina.

Esta última jornada de celebraciones será más formal que los días previos, en los que ha predominado el carácter festivo y lúdico.

El servicio religioso en la catedral de San Pablo lo dirigirá su deán, David Ison, mientras que la lectura del sermón correrá a cargo del arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, ante la presencia de la familia real británica y otras personalidades.

El primer ministro británico, David Cameron, encabezará la representación gubernamental junto con diplomáticos y otros líderes políticos extranjeros.

Tras ese servicio, Isabel II acudirá a una recepción en Mansion House mientras que el príncipe de Gales, Carlos de Inglaterra, y su esposa, la duquesa de Cornualles, asistirán a un acto similar en Guildhall.

Tras participar en un almuerzo de miembros de la casa real en Westminster Hall (sede del Parlamento británico) con unos 700 invitados, Isabel II recorrerá una ruta por el centro de Londres en carroza sin que, por una vez, la acompañe su esposo.

Durante esa procesión de carrozas, que concluirá en el Palacio de Buckingham, se espera que la soberana salude a los congregados en la carroza "state landau" (1902) mientras el resto de miembros de la monarquía británica viajarán en otros carruajes.

Al llegar a palacio, esos miembros de la casa real británica subirán al balcón desde donde saludarán a los miles de ciudadanos que previsiblemente se congregarán para el acto final del Jubileo.

En los jardines del palacio de Buckingham se celebró anoche un concierto que reunió a músicos de varias generaciones, como Paul McCartney, Grace Jones, Ed Sheeran, Elton John o Annie Lennox.

Tras finalizar las actuaciones, la soberana británica subió al escenario en medio de una enorme ovación, acompañada de su hijo, Carlos de Inglaterra, quien recordó la ausencia de su padre.

Todos los artistas que participaron en el multitudinario concierto volvieron a subir al escenario para cantar junto a la soberana el "Dios salve a la Reina", lo que dio paso a un impresionante espectáculo de fuegos artificiales.