"El proceso de acoso y derribo a lo público al que, de viernes en viernes, venimos asistiendo, ha alcanzado también, cómo no, a la Corporación de Radio y Televisión Española con una serie de medidas (...) Tras la expresión de una destacada dirigente del PP: "Si no hay panaderías públicas por qué va a haber televisiones públicas", se esconde una opción ideológica que pretende conceder al sector privado el papel de transmisor mayoritario de los contenidos audiovisuales, con la carga política que ello significa. De ahí la importancia de mantener unos medios públicos que, representando el interés general, garanticen una oferta audiovisual plural, independiente y de calidad."