madrid. La inauguración, por los príncipes de Asturias, de la Feria del Libro de Madrid quedó marcada ayer por las protestas de los estudiantes universitarios que, a lo largo del recorrido, gritaron consignas a favor de la enseñanza pública, de la República, y en contra de la subida de tasas. "¡Qué pasa, qué pasa, que nos suben las tasas!, ¡Viva la educación pública!, ¡Recortes al Borbón y no a la educación! o ¡Viva la República!, fueron algunas de las consignas que coreaban los estudiantes al paso de la comitiva, de la cual formaba parte el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. "¡Sinwertgüenzas!", "¡Necesitamos profesores, no sinwertgüenzas!", se leía en algunas de las pancartas que llevaban los universitarios, fuertemente custodiados por la Policía, que, al empezar los príncipes el recorrido por la feria, los fue apartando hacia un lateral del paseo de Coches del Retiro para alejarlos en lo posible de la comitiva. Pero las consignas se escuchaban perfectamente una y otra vez a lo largo de la hora y media que duró la visita de don Felipe y doña Letizia. "¡Menos Policías, más educación!" era otra de ellas. Antes de la inauguración, los universitarios habían sido retenidos una hora por la policía mientras eran identificados, según le dijo Paco Ríos, un estudiante de Periodismo que consideraba "una desfachatez" que el ministro "se permita el lujo" de acudir al Retiro cuando "está acusando a los rectores de no querer colaborar con el ministerio, y eso no es cierto".
Tampoco les parecía adecuado a los estudiantes, que se habían convocado unos a otros a través de las redes sociales y por "el boca-oreja", que Wert acudiera a la feria después de "haber eliminado subvenciones a las editoriales", añadió Ríos. Las protestas se recrudecieron cuando la comitiva entró en el pabellón de Universidades Públicas, y se oyeron gritos de "¡Esto es una provocación!"
En algún momento, algunos visitantes de la feria, corearon consignas como "¡Viva el rey!, ¡Vivan los príncipes! o ¡Viva España!". Los estudiantes respondieron con un "¡Vais a caer!", destinado a la familia real.