Nueva York. Sara Montiel rememoró este fin de semana en Nueva York su corta y exitosa carrera en Hollywood hace cincuenta años, así como su triunfo en el cine mexicano donde se granjeó el recelo de María Félix y la enemistad de Luis Buñuel. Con la frase de "84 años os contemplan", comenzó María Antonia Abad Fernández, su nombre real, una rueda de prensa en el Instituto Cervantes de Nueva York, en la que desgranó parte de las anécdotas que vivió en la Gran Manzana y en México durante los años cincuenta. El Cervantes le rindió homenaje con un pequeño concierto y con un ciclo de cine titulado Una noche con Sara. 55 años de El último cuplé, la película que la consagró como actriz y que se estrenó el 6 de mayo de 1957.
"Me siento muy bien, muy llena de felicidad por la gente maravillosa. Los periodistas sois y habéis sido un encanto", dijo la artista, que también señaló que sus "planes son seguir dando conciertos continuamente. Este mes empiezo a tope y estoy hasta octubre", con galas en España y Francia. De su larga trayectoria en la canción y en el cine, confiesa: "El momento de mi carrera del que me siento más satisfecha es cuando hice El último Cuplé y La Violetera. Tenía 29 años, y quisiera volver y tener otra vez 29 años, y tener todo el espíritu, grande, que lo sigo teniendo, porque me encanta lo que hago y adoro mi trabajo".
De Luis Buñuel, Sara cuenta que le ofreció dos guiones que ella rechazó, y "me miraba de reojo y me dejó de hablar. Luego las hizo y fueron un fracaso. Me imagino que debió de decir que la manchega tenía algo de razón". Además recordó que "siempre estaba yo detrás de María Félix, desde el año 45, cuando ella fue a España a hacer una película con guión de Miguel Mihura", y relató la historia de la rivalidad con que la Doña la trató siempre, hasta que un homenaje en Madrid y la soledad de la mexicana las reconcilió. Sara Montiel recordó como Félix "nunca quiso hacerse una foto conmigo" y hasta cuando fue a verla en un rodaje en México, "la tía me vio y dice, aquella señorita fuera del set. Y yo me fui llorando como una magdalena... Y luego, cuando murió su marido Jorge Negrete, hasta en el cementerio, lleno de paparazzis, también me echó". "Pero la vida es tremenda, y cuanto ella más me despreciaba, yo más la defendía como artista... Pasó el tiempo y en un festival en Madrid que le rendían homenaje, me planté allí y pensé que tenía que recibirme", relató la protagonista de Piel Canela (1953).
Sara acabó con la Doña agarrada a su brazo y de anfitriona inesperada de la diva mexicana, que "cuando salió a escena y con el teatro lleno, dijo: "Quiero compartir aplausos con mi amiga Sara Montiel". Conmigo dio las gracias al público, y me pidió que no le negara cantar La violetera, y yo se la canté". "Después nos fuimos a comer una paella... Ella se emocionó mucho, vivía en París entonces. Estaba solita, me pidió que la acompañara al hotel y al día siguiente hasta la vestí y la llevé al avión... Tenía 84 años y me dijo: Solo te deseo que no entierres a un hijo, muérete tu primero. Ella sabía que tengo dos hijos y me dio esa suerte", señaló.
Espontánea y con sentido del humor, la intérprete de Locura de amor (1949) contó como en una ocasión, recién casada con Anthony Mann y en Nueva York, vivió un episodio de racismo con su amiga, la cantante Billie Holiday, al serles negada mesa en un restaurante. "Me dijeron usted puede entrar, pero la señora que va con usted no... Entonces yo no tenía la tranquilidad que tengo ahora, y me metí en el restaurante y levanté los manteles de cinco o seis mesas, y todos los platos fueron al suelo. Llamaron a la policía", cuenta la artista que saldó la situación con una multa de 600 dólares.
En Hollywood hizo tres películas: Veracruz (1954), Serenata (1956) y Yuma (1957), "pero no me quise quedar con la Warner porque pensé que seguro que me daban otro papel de india sioux. Después firmé un contrato para hacer 12 películas y me pagaban un millón de dólares por cada una, así que ¿para qué quería yo hacer de india en Hollywood?", explicó. Se mostró crítica con la prensa sensacionalista: "Hay unos cuantos, pero no son periodistas, son vividores. Los verdaderos periodistas no se meten ni con Isabel Pantoja ni con Sara Montiel, Penélope Cruz o quien sea. Son todos gentuza y están en Telecinco".