Madrid. Paul McCartney ha vuelto a sus raíces con la publicación de Kisses on the bottom, su último disco, que contiene algunas canciones tradicionales que inspiraron a los Beatles y que el músico británico califica de "piezas de joyería".
Durante la presentación del nuevo trabajo, McCartney consideró que los temas del disco -como It's only a paper moon o I'm gonna sit right down and write myself a letter- son auténticas "joyas", "muy bien hechas, muy bien elaboradas, con sentido del arte" y que, después, cuando los Beatles empezaron en su día a componer, "estaban siempre de fondo". Kisses on the bottom, que estará en el mercado el próximo 6 de febrero en el Reino Unido y el día 7 en España, contiene catorce canciones tradicionales, algunas de la primera mitad del siglo XIX, que solía tocar su padre en el piano y que Paul McCartney escuchaba sentado sobre la moqueta de su casa en Liverpool. El disco, cuya portada es una fotografía de McCartney tomada por su hija Mary, contiene además dos canciones compuestas por el músico: My Valentine y Only our hearts.
Sobre My Valentine, inspirada en su mujer, Nancy, el legendario músico británico admitió que le fue muy fácil componerla. "La canción surgió, se escribió sola, es difícil creer que saliera tan fácilmente, ella fue la inspiración. Es una canción especial para nosotros", afirmó.