Vitoria. Aunque desde hace varias semanas lleva realizando distintas reuniones con los componentes del anterior equipo directivo de Montehermoso y a pesar de que no ha habido una presentación oficial ni ante los partidos que componen el Ayuntamiento ni ante los medios, desde el pasado 1 de enero Araceli de la Horra es de nuevo la máxima responsable del centro cultural de propiedad municipal tras sus cinco años dirigiendo el malogrado proyecto de Krea. Empieza así una segunda etapa que en su inicio va a venir marcada por los compromisos heredados ya que "las nuevas líneas no serán visibles hasta finales de este año y principios de 2013".

"Montehermoso va a cumplir 15 años en 2012, tiempo en el que ha vivido diferentes etapas. Quiero recuperar lo mejor de cada una de ellas y a partir de ahí trabajar mirando al futuro", explicó ayer De la Horra en unas declaraciones realizadas a Radio Vitoria. Sin querer entrar a valorar lo sucedido con Krea o la labor desarrollada por Arakis y su equipo en el espacio de lo alto de la colina, la responsable del antiguo Obispado afirmó que este lugar debe abrirse a la ciudadanía y apostó por articular una relación "muy directa" con los colectivos y personas del contexto cultural local.

Con la seguridad de que se puede ofrecer calidad y abrirse al público, De la Horra comentó compartir con la consejera municipal Encina Serrano su idea de convertir el centro en un referente dentro y fuera de la ciudad, aunque aseguró no haber recibido esa indicación expresa por parte de la responsable popular, con quien vuelve a coincidir en el seno del Ayuntamiento y quien le propuso volver antes de que comenzara el pasado verano a pesar de que el anuncio de su regreso no se produjo hasta principios de septiembre.

La materialización del programa de ayudas correspondiente a 2011 y una exposición ya comprometida son los dos proyectos más inmediatos del centro, así como su papel como sede de diferentes actos relacionados con la Green Capital. A partir de ahí, habrá que esperar a conocer más detalles de la nueva vida del espacio, un camino que no será sencillo por la crisis. En este sentido, De la Horra afirmó que la cultura no debe ser vista como un gasto sino como una inversión.