Bilbao. Su paso por el programa El conquistador del fin del mundo ha hecho mella en Etxe. Y no solo en el plano vital, también en el musical. Lo confirma su tercer disco, Haize berri bat (Baga Biga), en el que dice "empezar de cero" apostando por los aires de cantautor y alejándose de la electricidad del rock. Un disco acústico, de aires country, que combina temas antiguos y nuevos. "No me planteo si va a ser siempre así a partir de ahora. Hago lo que me pide el cuerpo en cada momento", indica el músico de Berriz, que actuará este sábado, con Lorelei, en la Musika Eskola de Getxo.
Iñaki Etxezarraga, profesionalmente Etxe, tenía dos discos -Bidea eginez (2007) y Heldu eskutik (2009)- cuando decidió marcharse a la Patagonia. Allí cambió el chip tras componer la canción Munduaren amaiera konkistatzen/Conquistando el fin del mundo, en la que narra ("zenbat sufritu behar izan genuen hara iristeko/soilik batek ikurriña eskuetan zerura jasotzeko") el sufrimiento y la alegría que supuso estar en esta historia de lucha y superviviencia, con el apoyo vocal de Maider Otegi.
"Mi proyecto musical estaba estancado e incluso llegué a pensar en dejarlo por una temporada. Eso sí, como no puedo estar quieto y sin tocar, a partir de la canción de El Conquis me lo replanteé", explica Etxe. "En verano aproveché para hacer algunos conciertos solo, de forma íntima, en tabernas, y me sentí muy a gusto. Era una forma de retomar mi primera época, cuando tocaba en solitario", apostilla. Esa es la génesis de Haize berri bat, una respuesta "al cambio" que necesitaba.
El tercer trabajo discográfico de Etxe rompe con sus mayores por el formato. El de Berriz aparece sin su banda, sin guitarra eléctrica, ni bajo ni batería. En formato acústico y con el único apoyo del "guitarrista profesional" Iban Gurrutxaga, que se ha encargado de los arreglos y de la guitarra adicional, que combina los aires de la canción euskaldun con guiños al country estadounidense. "Yo escucho de todo pero sí hay detalles country en el uso del trémolo y la slide. Diría que Johnny Cash tiene parte de culpa en los arreglos del disco. Eso sí, mi forma de cantar no ha cambiado, mi voz aparece limpia y está muy presente", explica Etxe.
Haize berri bat, disco del que se siente "orgulloso porque supone un salto cualitativo" en su carrera, muestra su contenido desde su título. "Había llegado a un cruce de caminos y, en vez de continuar recto, he decidido cambiar de dirección. No solo musicalmente, también he dado un nuevo aire a mi vida. He dejado todo a un lado para empezar de cero, volviendo a mis orígenes con un disco acústico. Vengo con un estilo más tranquilo", destaca Etxe, que además tiene previsto tocar también en Segovia y Galicia. "Estoy feliz de tocar fuera de aquí. Me dicen que no entienden las letras pero que les transmito sentimientos", apostilla el de Berriz, que sueña con "tocar en directo y seguir disfrutando".
Viejo y nuevo El nuevo álbum de Etxe alterna cuatro de sus canciones más conocidas, entre las que destacan Zenbat bide? y Lurralde bakarra, junto a media docena de temas nuevos, entre los que el propio Etxe destacó la "canción de amor" Taupadak y Agur, en la que rememora la separación de los niños y sus madres en el exilio provocado por la Guerra Civil. "A la hora de componer me han salido melodías y letras más alegres porque en los dos últimos años me ha cambiado la vida. Hay mucho amor en las canciones pero no es el tema principal del disco. Comparando con los discos anteriores, lo que he sentido a la hora de componer las canciones ha sido muy diferente", concluye.