Vitoria. El proyecto presupuestario del Ayuntamiento de Vitoria mantendrá en 2012 la partida habitual para el Azkena Rock Festival. Ése es el compromiso que ayer adelantó el alcalde de la capital alavesa, el popular Javier Maroto. Preguntado en conferencia de prensa por esta cuestión, el primer edil explicó que ya ha mantenido reuniones con la organización del evento (Last Tour International), al que se refirió como "una de las banderas de la ciudad".

Maroto destacó, en especial, los ingresos que el Azkena supone para el sector hostelero y comercial de la capital alavesa, y de ahí el hecho de garantizar que "mantendremos este evento", y con más razón "en un año de dificultades". "Sí lo haremos, y con la programación que ya están haciendo", apuntó.

La aportación institucional al Azkena Rock se había convertido en una incógnita desde la desaparición de Cultural Álava, desde donde se coordinaba este reparto de fondos. El organismo, participado por el Consistorio, la Diputación alavesa y Caja Vital, está en vías de desaparición oficial (falta la firma de un acta), pero a efectos prácticos ya no existe, como hace unos días anunció la consejera municipal de Cultura, Encina Serrano, a preguntas de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

Pero Maroto explicó ayer en su comparecencia semanal ante los medios de comunicación que el departamento foral de Cultura ha atendido las peticiones municipales y mantendrá esta partida para el Azkena 2012. Y, por tanto, el próximo proyecto presupuestario del Ayuntamiento, en el que ahora se trabaja, también lo hará.

Eso sí, el primer edil gasteiztarra no adelantó si también seguirán los compromisos económicos con otros grandes eventos de Vitoria -sí destacó que "hay muchos y de mucho calado", pero dio a entender que se esperará a hablar con los grupos municipales- y, preguntado en concreto sobre el Festival de Jazz, Javier Maroto confesó que esta partida "no está tan cerrada como la del Azkena".

Una de las principales razones para el mantenimiento de Cultural Álava durante los últimos años ha sido, precisamente, el apoyo a grandes eventos como el ARF o el Jazz. Sin embargo, tanto la crisis económica como, según distintas fuentes, la complicada situación económica por la que atraviesa la Obra Social de Caja Vital, han llevado a las instituciones ha disolver el ente y buscar otras fórmulas para seguir caminando y, en determinadas ocasiones, colaborando.