Vitoria. A velocidad de crucero, como una banda de rock en mitad de su gira, viaja el Festival Internacional de Teatro, que esta noche se pone híbrido, entre la máscara, el escalpelo social y la comedia, para recibir a la compañía francesa Le Boustrophédon con su pieza Court-miracles, a las 20.30 horas.

"Un campo de refugiados. El guardián, los enfermeros y los heridos tienen en común haber sobrevivido a la guerra que prosigue, no lejos de allí… La vida se organiza. Se inscribe a los que llegan, se seccionan algunas piernas, se cazan ratas y se improvisa la orquesta de la fortuna". Es la sinopsis que propone la pieza del grupo de Toulouse. "Porque es necesario vivir bien y esperar, las marionetas y los humanos se entremezclan para hablar, con humor y humanidad, de heroísmo, de monstruosidad y de cobardía… con esperanza".

El espectáculo Court-miracles, invirtiendo el orden habitual, fue el que originó la creación de Le Boustrophédon, una compañía donde los actores, el director artístico y el director de escena proceden del Lido, el Centro de Artes del Circo instalado en Toulouse. Fue una experiencia particular la que hizo nacer el espectáculo: una gira en Palestina de la mano de Payasos Sin Fronteras. Tras esa experiencia, llena de emociones encontradas, el grupo de artistas sintió la necesidad de hablar de la guerra, pero de hacerlo con esperanza, y eligieron hacerlo con lo que conocen mejor: el arte del circo. De este modo nació este original proyecto que Christian Coumin dirige en escena.

Aunque Le Boustrophédon fue creada en 2006 a raíz de la creación de la pieza que hoy les acerca a Gasteiz, también es conocida por su número Petule, que ha recibido numerosos premios. Su director artístico, Christian Coumin, es además director de escena, autor, compositor y alma mater del Centro de Artes del Circo de Toulouse, el Lido. Ha colaborado artísticamente, co-escrito y puesto en escena numerosos espectáculos de circo y de teatro de calle con no menos numerosas compañías.

Ruth Steinthal, Johanna Ehler, Dominique Habouzit y Matthieu Siefridt son los intérpretes de esta pieza, recomendada a partir de siete años y de algo más de una hora de duración. Los tickets están bordeando ya el cartel de completo en el Principal, que recibe a un colectivo que no sólo presume de nombre, sino que trabaja como tal, escribe como tal, ríe y se mueve entre marionetas como un único ente. Risa, reflexión y otras muchas sensaciones derivadas en sentimientos se ponen hoy sobre las tablas en la calle San Prudencio, con acento galo y sabor universal.