Compara la retrospectiva de sus películas con el sexo.
Sí, en cierto modo se parecen porque ambas son muy excitantes pero, por otro lado, son un poco inquietantes.
En alguna ocasión ha dicho que es de respuestas rápidas y poco meditadas. ¿Ha cambiado con los años?
Creo que eso es algo que no ha cambiado en mí, diría que sigo completamente igual, es algo incorregible.
Eso le habrá traído problemas.
Sí, pero como a todos. Todos hemos sufrido con eso alguna vez lo que pasa es que unos nos exponemos más que otros. Tampoco pienso que sea algo que haya que cuidar. De hecho, las mejores decisiones que he tomado a lo largo de mi vida han sido de una manera instantánea y brutal.
¿Cómo eligió a José Mota y a Salma Hayek como protagonistas de su nueva película, 'La chispa de la vida'?
Fue una decisión muy meditada. Utilizo a Mota como actor porque, además de ser un gran intérprete, como personaje es algo icónico. Es un símbolo, una persona a la que todos queremos y apreciamos porque nos hace reír, y sin embargo, en la película se encuentra en una situación desesperada. Es una película sobre la pérdida de la dignidad, y la recuperación de ésta. La chispa de la vida es un drama, uno particularmente duro. No es una película fácil. Es una tragedia, pero es posible mantener la dignidad dentro del caos.
En este film trata el tema del comportamiento de los medios de comunicación. ¿Cree que siempre actúan correctamente?
No les juzgo. Expongo como funcionan en algunos casos y las consecuencias que dichas actuaciones conllevan. Me imagino que los medios hacen lo que creen que tienen que hacer y estarán convencidos de que obran correctamente.
Pero, ¿cree que en ocasiones sobrepasan los límites?
Totalmente.
¿Acudirá a la Mostra de Venecia con esta película?
Por el momento no. No sé a dónde iremos pero tampoco me planteo las películas con el objetivo de acudir a un festival. Me gustaría ir directamente a los cines y no tengo intención de pasar por ninguno.
¿Con 'La chispa de la vida' espera un nuevo éxito?
Lo que esperaba ya lo he conseguido, que es rodar la película tal y como quería, y también contar una historia que me preocupaba. Si además la película tiene éxito, mejor. Mi prioridad era contarla y rodarla, y creo que le pasa lo mismo a todos los directores con sus trabajos. En esto el cine es como el sexo: si además de hacer el amor quieres que te aplaudan, pues está muy bien, pero creo que con hacerlo ya es suficiente.
¿Y usted es un director que necesita que le aplaudan?
Sí, como todos necesito que me quieran. Todos esperamos ternura y cariño, y duele que te digan lo contrario, aunque a estas alturas menos. Somos gente madura y ahora lo importante es lo que uno hace. Lo único que cuenta es lo que haces, no vale ni lo que planificas ni tus intenciones para un futuro, sino lo que estás haciendo día a día. Eso eres tú, ni siquiera eres tus sueños o tus intenciones, eres lo que haces.
'La chispa de la vida' es un drama y su siguiente film será una comedia. ¿Va a dejar de recurrir a la violencia en sus trabajos?
No. Es la sal de la vida.
Dirigió dos años la Academia de Cine. ¿Qué aprendió?
Los años que pasé dirigiendo la Academia fueron los más fructíferos y apasionantes que he vivido, para bien o para mal. He aprendido que las cosas se pueden solucionar, que puedes hablar y debatir, que puedes ver las cosas desde otros puntos de vista. Descubrí que había muchas formas de pensar.
¿Le resultó duro dimitir?
Hice lo que tenia que hacer.
¿Está el cine español maltratado?
No. Creo que en este momento tenemos un cine del que podemos estar orgullosos. Es un cine que tiene una repercusión internacional importante y, sobre todo, hay mucha gente haciendo muchas películas muy distintas. Eso es algo que siempre hay que tener en cuenta. El Estado español es muy heterodoxo y no sigue una directriz concreta.
Entre todos los directores, ¿tendrá predilección por Almodóvar?
A Pedro le tengo mucho cariño porque me dio la oportunidad de hacer cine, y después como amigo me ha ayudado siempre. Sobre todo es una persona honesta consigo misma.
¿Cómo ve el futuro de las descargas en la red?
El tema es complicado y amplio. De lo que estoy convencido es de que estamos en un momento de crisis, entendida como cambio, en el que los formatos van a transformarse.
Entonces, ¿por qué le temen tanto al cambio los directores?
No tememos a los cambios, tememos no poder trabajar. Por eso cualquier cambio lo vemos como algo peligroso, que nos puede generar problemas a la hora de rodar. Lo que tenemos que hacer es adaptarnos.
¿Esa es su 'chispa de la vida'?
Sí, hacer cine es lo que le da sentido a todo y ofrece tener la sensación de servir para algo. Nosotros los directores nos dedicamos a contar historias y a entretener a la gente. Creo que cumplir con ese objetivo es lo más difícil.
¿Y su balance personal tras la retrospectiva?
Bueno, hay algunas secuencias que están bien... (ríe).