santander. Gervasio Sánchez aseguró que siente "vergüenza" de la clase política española por "no dar solución al gran problema que comenzó con la Guerra Civil", la memoria histórica. Consideró "cobardes" a los partidos mayoritarios, PSOE y PP, por no intentar "documentar los desaparecidos".

Así lo indicó ayer en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, con motivo del curso que imparte esta semana.

Señaló que el actual Gobierno "se ha llenado la boca de promesas incumplidas" con la Ley de la Memoria Histórica, por lo que aconsejó a Mariano Rajoy que "si quiere ganarse un cacho de cielo" intente solucionarlo. Cree necesaria una "mayor inversión" para documentar las desapariciones, ya que la cantidad destinada no sirve "ni para pagar los impuestos de Messi o Cristiano Ronaldo". Precisó que "hay muchas exhumaciones hechas y cuerpos sin identificar" que han de ser investigados para "evitar problemas".

Por otro lado, opinó que los periodistas que van a trabajar a un conflicto "hablan más de sí mismos que de lo que ocurre". El fotoperiodista señaló que "el mundo está repleto de cinismo", porque "las guerras son un negocio de las multinacionales", una "injusticia" ante la que los periodistas se "mantienen pasivos.

Sánchez destacó que la crisis del periodismo "comenzó con el éxito de los medios de comunicación", que llegó de la mano de "los grandes bancos" y sus "enormes inversiones en publicidad para que no salieran sus trapos sucios". "Se estaba perdiendo el camino del periodismo", y no por culpa de los periodistas sino por "los empresarios que dirigen los medios". Recordó que en la Transición las redacciones se llenaron de "gente joven", pero estos trabajadores "se olvidaron de que no hay que creerse lo que dicen los empresarios, así como de formar fuertes estructuras sindicales de periodistas". Cree que los medios "maman de la teta del poder". "La prensa es muy cobarde" porque ha pasado de ser "vigilante del poder" a "ir de la mano con él".

En cuanto a sus próximos proyectos, expondrá su muestra Desaparecidos en noviembre en Zaragoza y después en San Sebastián, desde donde quiere llevarla a Colombia y a más países de Sudamérica afectados por "las desapariciones forzosas".

También tiene pensado un trabajo "a largo plazo" en Afganistán, en el que quiere mostrar qué es lo que va a ser del país cuando se vayan los militares, que "ya están haciendo las maletas mientras que la situación está empeorando". Consideró que el ambiente "seguirá empeorando" porque "los occidentales están intentando imponer la democracia en un país fracturado", sin percatarse de "los títeres" que ponen al mando o de "los corruptos". Indicó que "la democracia que han vendido" a la sociedad mundial es "un cachondeo" si se es consciente de que "Afganistán es un país que lleva en guerra desde la última noche de 1979".