Vitoria. Detrás de cada rincón vital, se esconde siempre un poso ético. La doctora en Sociología y Ciencias Políticas Garbiñe Salaberria ha buceado en las relaciones que narrativa y moral establecen en los libros de lectura que se encargan a los alumnos en Primaria y en la ESO, completando una tesis que certifica los valores transmitidos por estas publicaciones.

Salaberria constata que la verosimilitud ético-emocional es limitada en estas historias, ya que la realidad se muestra simplificada y no existe concordancia entre los sentimientos narrados y la profundidad de los realmente implicados: una imaginación ética que no casa con la literaria. La tesis -La construcción narrativa de la ética. Contextos sociales y valores en la literatura infantil y juvenil- apunta que en los contextos narrativos de estas obras se suele recurrir a la simplificación moral y a la polarización para mostrar lo correcto y lo incorrecto, con una tendencia a integrar los intereses individuales con la cooperación y a presentar desenlaces positivos o esperanzadores.

Mientras en la narrativa dirigida a Primaria los personajes se hallan en el núcleo básico del problema, en la ESO se muestra una ética más generalista y difusa, y, en ambos, los conflictos de los personajes respecto al ámbito de la identidad y de la relación familiar son claves, induciendo en ambos casos a la superación de la infancia y a la integración en el mundo adulto.