Vitoria. Con Caja Vital haciendo públicas sus intenciones de dejar en nada el proyecto cultural de Krea y el Ayuntamiento de Gasteiz dando los primeros pasos para cambiar el modelo de gestión y trabajo de Montehermoso, cada día que pasa, más allá de que sea época vacacional, son más las voces que, aunque sea en privado, están mostrando su preocupación por el panorama que se dibuja a corto, medio y largo plazo en el territorio. Pero también hay quien ha decidido elevar esa crítica al escaparate de lo público. Como ya hiciera en época pre-electoral casi con los mismos motivos, la Asamblea Amarika, que reúne a varias decenas de artistas locales, remitió ayer una reflexión escrita a los medios de comunicación en la que la agrupación muestra su profunda preocupación ante las decisiones tomadas en los últimos días.

Decisiones como las adoptadas sobre los dos centros ya mencionados son, para los creadores, una muestra del irreversible deterioro de las políticas culturales, resoluciones que ponen en "serio peligro" la esencia de "nuestra cultura", según recoge el manifiesto que DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA reproduce en su integridad en la página 5 de la edición de hoy.

"Las instituciones públicas están apostando por la paulatina sustitución del hecho cultural por un mero sucedáneo de éste. Pues vemos que mientras esos proyectos culturales -proyectos gestados tras largos procesos de reflexión- son suprimidos, desde la gobernanza se apuesta sin complejos por la festivalización del hecho artístico y cultural. Y así, las instituciones públicas parecen aquejadas de una gran miopía: no parecen querer mirar más allá del mero acto celebrativo, mediático, evasivo o rentable económicamente", dice el escrito que, eso sí, apunta que "obviamente nadie está hablando de suprimir el formato festival, pero sí de procurar que ese modelo no sea la norma. Nuestros centros culturales, museos, salas de conciertos, salas expositivas, creadores, músicos, escritores, colectivos culturales… juegan un papel fundamental en la producción, propagación y enseña de la cultura. Y es responsabilidad de nuestras instituciones no desatender a dichos agentes".

Cabe recordar que tanto el anuncio de la Vital sobre el proyecto de Krea y el uso de la que iba a ser su sede para fines empresariales, como las intenciones municipales sobre Montehermoso (que van a suponer suprimir su especialización en una materia única en el Estado), no son las únicas amenazas que se ciernen sobre el panorama alavés. La propia Asamblea Amarika está a la espera de ver qué postura va a tomar la nueva Diputación con respecto a la gestión compartida de las salas forales de exposición, sin olvidar la reforma y apertura de los talleres de Zaramaga (operación en la que también se quería involucrar el Gobierno Vasco a través de sus Fábricas de Creación) entre otras acciones desarrolladas de manera conjunta entre los artistas locales y el Ejecutivo del territorio.

Eso sí: sin esperar a lo que pueda acontecer con lo propio, los creadores que conforman esta agrupación reseñan en el manifiesto que "con cultura nos educamos y con cultura nos convertimos en ciudadanos críticos y librepensadores. Y una sociedad culta, creativa -y por tanto innovadora- estará siempre preparada para afrontar y resolver todo tipo de situaciones, conflictos, retos que le toque vivir", una idea que defienden frente a ese tópico que asegura que la cultura es un "gasto superfluo del que se puede prescindir sin titubeos".

Toda vez que Amarika ha empezado a poner voz a muchos de los que ya se están expresando en privado, habrá que ver si, como sucedió hace unos meses, la comunidad cultural alavesa da más pasos o se queda a medio camino.