Vitoria. Lo más sincero es realizar el homenaje cuando se siente. Pero, si no es absurdo como algunos 'días de...', los aficionados siempre aplaudirán el recuerdo matemático. Los de la música clásica no pueden sino aplaudir que se haya alcanzado el centenario de la muerte de una de las piezas clave de la música clásica, Mahler, que protagoniza el programa de hoy en el Principal, de la mano de la Euskal Herriko Gazte Orkestra (EGO) y dirigido por Juan José Ocón. Lo hace con uno de sus trabajos clave, la Sinfonía nº5, que alcanzó notable fama tras su utilización como banda sonora de la película Muerte en Venecia.
La agrupación se suma a la conmemoración de la muerte del compositor austríaco Gustav Mahler (Viena, 18 de mayo de 1911), al igual que la mayoría de orquestas, festivales y teatros del mundo, dibujando un año temático que ojalá tenga continuidad en fechas menos redondas. Porque, sin duda, Mahler es uno de los más grandes compositores de la historia, figura principal del post-romanticismo, destacando por la belleza y complejidad de su composición, por un dinamismo y vitalidad arrolladores.
Curiosamente, en su tiempo se le valoraba y conocía por dirigir orquestas más que por su música. De hecho, él mismo decía que sus composiciones no serían valoradas hasta cincuenta años después de su fallecimiento, vaticinio que el tiempo ha ratificado. Ahora, Mahler está considerado como uno de los mejores y más grandes sinfonistas de este género, como han glosado desde hace mucho tiempo numerosos especialistas y colegas, sobre todo, claro está, durante este mismo año.
A lo largo de su siempre renovada trayectoria, la EGO ya interpretó una sus sinfonías, la nº1, Titan, en verano de 2006, y ya entonces fue un hito que una agrupación de estas características abordara semejante proyecto. En esta ocasión, va a abordar la 5ª, aún más compleja, una pieza donde la riqueza instrumental y armónica de esta composición, su belleza plástica, el virtuosismo necesario para interpretarla y el hecho de que contenga gran parte de los extractos orquestales que han de preparar los jóvenes músicos para opositar a orquestas profesionales, la hacen candidata perfecta para su programación en jóvenes orquestas, aunque resulte todo un desafío.
Alternante en emociones, la obra parte de la marcha fúnebre inicial y camina por un dulce lirismo que parece aludir a una resurrección, continúa a lo largo de un ritmo vienés cuyo uso en un trabajo de este estilo influyó en la época y finaliza en otro clímax de emociones donde delicadeza y sobresalto orquestal confluyen en el Adagietto.
La de hoy es una buena oportunidad para disfrutar de un programa de calidad, interpretado por una orquesta de la que todos sus profesores y directores invitados destacan su fuerza, entrega y energía. La EGO es un proyecto impulsado por el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco -apoyado por las obras sociales de BBK, Kutxa y Vital- que tiene por objetivo impulsar una formación de calidad entre los jóvenes músicos vascos -y del entorno-, proporcionando un cauce de formación de alto nivel. Su gira se inicia hoy a las 20.30 en Gasteiz, y continuará en el Kursaal (mañana) y el Euskalduna (jueves).