vitoria. Cuenta la tradición que el de Konexioa es uno de los conciertos con el aforo más discreto. Pero para eso jugaba Gere en casa. Para romper la tradición de slapear más en el extranjero que entre sus compatriotas. Para arracimarlos en esta ocasión especial con un bolo jazzero y marinado con rock, funk y demás familia estilística. Lo degustó el respetable con salsa de groove -y de Buradón-, alternando temas del saxofonista invitado con piezas de Guereñu, y salteando el repertorio con versiones de músicos como John Scofield. Buen comienzo para un ciclo que va ganando adeptos con el paso de los días. Gere estaba nervioso. Pero sólo en su voz. La música habló alto y claro. Foto: alex larretxi