madrid. La "mejor herencia" que pueden dejar los padres a sus hijos es "un capital educativo", afirma José Antonio Marina, que acaba de publicar El cerebro infantil: la gran oportunidad. Es el segundo volumen de la Biblioteca UP. Lo que los padres y docentes deben saber (Ariel), cuya edición coincide con la apertura del periodo de matriculación para la quinta edición de la Universidad de Padres (UP) online, que comienza mañana y finaliza el 30 de julio.
Como el primer volumen -La educación del talento-, cada capítulo del nuevo libro tiene tres partes: una teórica, otra resume las posturas de los mejores expertos y la tercera recoge un diálogo con personas interesadas en el asunto tratado, que se prolonga en Internet (www.bibliotecaup.es). La Biblioteca seguirá en octubre con Los secretos de la motivación, y, así, a razón de un volumen semestral, alcanzará los doce tomos. Se trata de unos libros sobre educación y aprendizaje con los que Marina, quien de sus múltiples facetas destaca su labor de "detective educativo y cultural", así como de "educador", pretende ayudar a padres y docentes a sacar lo mejor de cada niño. Y lo mejor, sea cual sea su edad, está en sus cabezas, subraya el filósofo, ensayista y pedagogo, ya que, añade, "el cerebro es la gran oportunidad de los niños" y hay que trasmitirles que deben "cuidarlo" y "entrenarlo".
Convencido de la necesidad de que los últimos avances en neurología y psicología se trasladen al ámbito pedagógico "para construir una gran ciencia de la educación", algo de lo que ya "se está empezando a hablar" en Estados Unidos, Marina destaca la "visión esperanzadora" que aporta la neurociencia al descubrir la "plasticidad" del cerebro y su capacidad para "rediseñarse". Eso supone "un gran alivio", dice, ya que desmonta el "mito" de que los tres primeros años de la vida son cruciales. "La capacidad de aprendizaje, de cambiar incluso estructuras básicas del cerebro sigue durante toda la vida", insiste.
Tanto el talento, que abordaba en su primer volumen, como el carácter y la voluntad, que trata en el nuevo, son "hábitos" y, por tanto, se aprenden, subraya Marina, empeñado en trasmitir una imagen "positiva y optimista" de la difícil tarea de educar. "Vamos a avivar un poco y desdramatizar el debate pedagógico, ya que hay mucha gente angustiada", dice. Esa es la motivación principal tanto de la biblioteca como de la Universidad de Padres, dos frentes que condensan su "proyecto vital" de potenciar una educación centrada en despertar en los niños "la inteligencia triunfante", un término de su cuño que alude a la capacidad de enfrentarse a los problemas y gestionar las capacidades. "Si se corre la voz y llegamos a tener un número suficiente de padres y docentes (en la UP) podremos contribuir a cambiar la educación, hacerla más eficaz, optimista y alegre", señala.