WASHINGTON. El estudio, publicado hoy en la revista Journal of Neural Engineering, indica que este hallazgo tendrá grandes aplicaciones para los pacientes que pueden haber perdido su voz debido a una lesión cerebral y para discapacitados con movilidad limitada.

Para conseguirlo, han empleado una técnica llamada electrocortiografía (ECoG) que se ha utilizado para investigar las regiones del cerebro que causan epilepsia y se han conseguido tratamientos efectivos.

El proceso de ECoG se ha aplicado a las "interfaces" cerebro-ordenador (BCI) con objeto de ayudar a las personas con discapacidad para que interatúen con su entorno. Los científicos han conseguido también estimular el movimiento de las extremidades.

El doctor Todd Kuiken ya presentó en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias (AAAS), que se celebró en febrero en Washington una técnica que permite a los pacientes controlar sus prótesis con sólo pensar en la acción que desean realizar.

Pero este estudio va más allá. El doctor Eric Leuthardt y su equipo ha trabajado con cuatro pacientes que sufrían de epilepsia, a quienes les implantaron un electrodo en el cerebro para vigilar las respuestas del cerebro a los estímulos a los que fueron sometidos.

Los doctores dieron a los pacientes una lista de palabras relacionadas con las acciones que tenían que realizar para mover el cursor del ordenador, por ejemplo, decir o pensar de la palabra "AH" mueve el cursor hacia la derecha.

Los electrodos emiten señales que son procesadas y almacenadas en un ordenador y descubrieron que el cerebro puede controlar, con más de un 90 por ciento de precisión, el cursor.

"Este es uno de los primeros ejemplos, en un grado muy, muy pequeño, de lo que se llama lectura de mente", dijo Leuthardt, quien señaló que espera que las operaciones futuras se hagan a microesacala para que los implantes sean menos invasivos.

Los científicos esperan poder insertar más adelante los implantes de forma permanente en el cerebro para ayudar a restaurar la funcionalidad de los pacientes discapacitados e incluso leer la mente.

"Queremos ver si podemos no sólo detectar cuándo la persona está diciendo perro, árbol, herramienta o alguna otra palabra, sino también aprender cómo ve la mente la idea pura de ese concepto", señaló.

"Es emocionante y da un poco de miedo pensar en la lectura de mentes, pero tiene un potencial increíble para la gente que no puede comunicarse o que padece otras discapacidades", aseguró.