Vitoria El aplazamiento de la apertura de Krea decidido por Caja Vital, las críticas recurrentes desde el mundo jeltzale al proyecto de Montehermoso, la sombra de duda política que se cierne sobre el futuro de la Asamblea Amarika en su relación con la Diputación dependiendo de los resultados electorales... Con el telón de fondo de la crisis económica, parece que la relación de lo público con lo contemporáneo está en su momento, cuando menos, más delicado. Que se sepa, sólo en Artium da la impresión de que pueden respirar tranquilos. Hasta ahora, situaciones de ruptura entre cultura y administración como las sucedidas en Tabakalera, por citar un ejemplo, parecían cercanas en lo geográfico pero lejanas en todo lo demás. Álava estaba salvando la inestabilidad dando pasos, además, en la construcción de un mapa contemporáneo único no sólo en el País Vasco sino incluso en el resto del Estado, gracias a infraestructuras e iniciativas complementarias entre sí y con voluntad de colaborar y crecer. ¿Es que todo eso ha desaparecido? No, pero tampoco es que ayer reinase precisamente el optimismo en la capital alavesa. El anuncio realizado en la tarde del jueves por el actual presidente de Caja Vital, Carlos Zapatero, sobre el espacio llamado a ser el buque insignia de la Obra Social de la entidad alavesa ha disparado muchas alarmas. La decisión es clara: no hay dinero para abrir el nuevo edificio de Betoño. Es más, según diversas fuentes consultadas por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, habrá que esperar hasta 2012 para ver el moderno edificio de Betoño inaugurado. La clave está, al parecer, en el proceso de fusión de las cajas vascas y va a ser esa iniciativa la que marque los plazos. De hecho, es más que posible que el centro cultural no sea el único afectado dentro de la Obra Social por la actual situación de recorte económico, una falta de dinero que se espera revertir con la integración con BBK y Kutxa. Dentro de la Vital se han establecido prioridades y en primer lugar está mantener sus aportaciones en aquello que o se comparte con otras instituciones (Artium, Catedral Santa María, ...) o ya está en marcha (Fundación Sacho el Sabio...). Krea ha demostrado que puede funcionar, aunque no sea a pleno pulmón, teniendo una sede virtual y todo indica que esos son los planes de la entidad para todo este 2011. Esta situación generó ayer un gran número de comentarios en el sector cultural alavés, eso sí, casi todos en el ámbito de lo privado. Hubo voces, eso sí, que sí hicieron públicas sus reflexiones. Fue el caso de Daniel Castillejo, director de Artium, quien aseguró no tener ninguna duda sobre el compromiso de la Vital con la cultura. "Vamos a esperar para ver qué pasa, pero sí tengo claro que lo que estamos construyendo en Álava es un ejemplo para España, estamos componiendo un puzzle de lo contemporáneo bastante bien armado, también con Krea, donde no nos pisamos, sino todo lo contrario", aseguró a este medio. Eso sí, no sólo el espacio de la entidad de ahorros está en la picota. También en el Ayuntamiento de Gasteiz bajan las aguas un tanto revueltas con respecto a su único centro cultural. Igualmente el jueves, el PNV salió una vez más (la segunda en muy poco espacio de tiempo) para poner en duda la viabilidad, el impacto social y la utilidad del actual proyecto de Montehermoso, unas críticas que tuvieron ayer su respuesta en boca del primer edil de la ciudad. En este sentido, Patxi Lazcoz consideró zafio el hecho de hablar de gastos cuando de cultura se está discutiendo y de inversiones cuando la temática es otra. Al mismo tiempo aseguró que a un centro cultural o a un museo no se le puede pedir un rendimiento económico, sino social y defendió la validez plena del proyecto del espacio de lo alto de la colina. "Si a alguien le molesta que haya cultura contemporánea y que no todas las infraestructuras se dediquen al txistu y a la txalaparta es que tiene una visión cicatera", comentó el alcalde. El contexto que se está generando entre la decisión sobre Krea y las críticas políticas a Montehermoso, amén de otras situaciones, será uno de los puntos que este lunes tratará la Asamblea Amarika, que se está planteando hacer un comunicado público. A la espera de conocer esa opinión, no sería de extrañar que la agrupación de artistas locales muestre cierta preocupación, sobre todo porque su proyecto de gestión compartida con la Diputación se juega mucho en las urnas del 22 de mayo. Es conocido en el sector que algunos partidos políticos no ven con buenos ojos a la agrupación de creadores alaveses. O cuando menos, son indiferentes a ella. Tanto es así que Amarika ya ha hecho pública su intención de seguir adelante con su actividad siga o no colaborando con el Ejecutivo foral. Lo curioso de toda esta situación, agudizada en la última semana, es que tanto en Caja Vital como en el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación, los partidos que, en realidad, tienen la capacidad de tomar decisiones son los mismos, es decir, PSE, PP y PNV y, sin embargo, en ocasiones no son capaces de ponerse de acuerdo ni siquiera dentro de sus propias filas en una forma de actuar sobre la cultura, ya sea contemporánea o no. Esa indefinición unida a la crisis económica hace que el futuro se mire con cierta preocupación.

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