Vitoria. El cabaret es un veneno que toda vez probado ya no se puede abandonar. Eso lo saben bien dos veteranas actrices que se resisten a que sus recuerdos queden perdidos en el olvido. Por eso vuelven a su escenario, a ese paraíso en el que tantas veces se convirtieron en otras para cantar, bailar, reír, provocar, contar... Así arranca Las tigresas del Edén. Lo que viene después es algo que el público podrá descubrir desde hoy.
Y es que esta tarde, a las 20.30 horas, el escenario del Jesús Ibáñez de Matauco, situado en el centro cívico Hegoalde, acogerá el estreno de la nueva producción de la compañía alavesa Titania Teatro, una comedia con toque cabaretero para reír y, en algunos momentos, pararse un poco a pensar. Sobre las tablas esperarán las actrices Charo M. Urizar y Raquel Ajofrín, creadoras también de la idea y el texto. Frente a ellas, los espectadores que quieran asistir a una puesta de largo llena de humor con distintos matices (las entradas están a la venta por 6 euros y se podrán comprar desde una hora antes en el mismo lugar de la representación).
Una comedia de mujeres para mujeres... bueno... para vosotros también. Así reza el subtítulo de esta obra, un indicativo evidente de por dónde van los derroteros en este caso. "Son nuestras cosas, las de cualquiera de nosotras. Queremos huir del derrotismo, abrir puertas y esperanzas a las mujeres felices y luchadoras, centrarnos en ellas; pero todas, de una forma u otra, vivimos con ellos, por fortuna en la mayoría de los casos, así que no nos podemos olvidar de los hombres", describen las intérpretes.
Las dos se conocen desde hace tiempo. Y han trabajado juntas en varias ocasiones, aunque siempre rodeadas de otros. Sin embargo, hace algo más de un año, después de un taller interpretativo, se decidieron a volver a colaborar pero, esta vez, ellas solas. Se pusieron entonces a escribir. Seis meses después llegó el momento de los ensayos. Hoy la senda toma una nueva dirección.
Hasta ahora el camino no ha sido sencillo. Para empezar porque el mundo del teatro semi-profesional es lo que tiene, que hay que atender a otras obligaciones al mismo tiempo. Además, el montaje ha ido evolucionando. "Al final nos ha salido algo hasta demasiado comedido. Se nos han quedado muchas cosas por contar así que, tras el éxito que tendrá la primera parte, habrá que hacer una segunda", ríen las actrices. Por si fuera poco han querido contar para la dirección, por su trabajo corporal, con Magda Labarga, que en este tiempo se ha tenido que dividir entre Madrid, donde reside, y la capital alavesa. Eso sin olvidar que la compañía ha tenido que encontrar unas cuantas complicidades empresariales para poder sacar al proyecto, algo que ha hecho gracias a Silverspace y "a las aportaciones de unos cuantos amigos".
Pero estos y otros avatares serán el pasado a partir de las 20.30 horas de hoy. Todo está preparado para llevar al público por los diferentes sketchs que componen el montaje, una comedia "sin pretensiones de ser nada elevado" pero que tampoco se queda en la mera superficie, una obra en la que ellas cantan, bailan, hablan y se ponen en la piel de un buen número de personajes distintos a lo largo de una hora y cuarto, más o menos. "Sabemos que habrá momentos en los que los espectadores se van a quedar un poco extrañados porque hay escenas más sencillas y otras más enrevesadas, pero también creemos, porque hemos hecho algunos pases privados antes del estreno, que puede funcionar", vaticinan. Ahora es el público el que dicta sentencia.