Londres. Cuando ya faltan menos de 100 días para la boda del príncipe Guillermo y Kate Middleton, las ventas on line de souvenirs están desbordadas. "Casi un 60% de los pedidos es transatlántico, especialmente de Estados Unidos y los países de la Commonwealth", aseguró ayer un portavoz de la Royal Collection. Los ingresos de su venta irán al fondo de esta entidad, destinada a mantener la colección de arte de la reina Isabel II. También los curiosos que se acerquen a Londres estos días pueden comprar una amplia gama de recuerdos del enlace, desde tazas hasta libretas, pasando por los muy humildes imanes.

Falta por ver qué acogida tendrá un cómic que retratará las vidas de los novios, con guión del humorista gráfico Rich Johnston, que ha sacado su lado más kitsch para escribir Kate and William: a very public love story (Kate y Guillermo: una historia de amor muy pública). Con ilustraciones de Mike Collins y Gary Erskine, dos de los dibujantes más conocidos del Reino Unido, la obra se dividirá en dos partes, cada una centrada en la vida de uno de los prometidos. Las dos primeras entregas estarán en las tiendas el 2 de abril, cuatro semanas antes del enlace, y después saldrá un tercer libro que mostrará la vida en común del primogénito del príncipe Carlos y Lady Di y de quien será entonces su esposa. El escritor, conocido en el mundo de la ilustración por sus irreverentes tiras de contenido político, aceptó el trabajo para "exponer los cómics a una audiencia más amplia". Esta edición competirá en el mercado con una versión estadounidense, que también se publica en abril. A Johnston no le preocupa la competencia del otro lado del Atlántico, porque es "una edición publicada en EEUU, escrita por estadounidenses y dibujada por estadounidenses". "La manera en la que los británicos nos relacionamos con la monarquía es diferente. Entendemos sus fallos y es como si se convirtieran en parte de nuestras vidas. Monárquico o republicano, te ocurre por ósmosis. Es una farsa encantadora", manifestó.

En cuanto a los novios, según los medios, no quieren regalos. "Ni tostadores ni juegos de té", afirman citando fuentes de la Casa Real. Kate y Guillermo han propuesto que los invitados hagan una donación a entidades de utilidad pública.