tras el parón del puente de la Inmaculada, Araia retoma hoy su Fin de Año Musical con un concierto fundamentado en la historia medieval del Reino de Navarra. La cita ofrecerá una visión general de la música de aquella época, dentro de su contexto histórico.

Partiendo de la llegada de la familia Champagne al Reino, se realizará una aproximación a la música profana compuesta e interpretada por juglares, trovadores y troveros, disciplina en la que es imprescindible la figura del Rey Teobaldo I de Navarra (1201-1253).

El antecesor de este monarca, Sancho VII el Fuerte, fue cuñado de Ricardo Corazón de León, Duque de Aquitania y Rey de Inglaterra, y de Teobaldo, conde de Champagne, lo que da una idea de la excepcional importancia del Reino pirenaico dentro del contexto europeo de la época. A su muerte, los navarros eligieron como rey a su sobrino Thibaut o Teobaldo de Champagne, hijo de la hermana de Sancho, Blanca, quien juró los Fueros de Navarra, requisito imprescindible para ascender al trono, en 1234.

Teobaldo I de Navarra fue un hombre adelantado a su tiempo. Destacó por sus dotes como poeta y como músico, encontrando en Navarra un terreno abonado para desarrollar sus inquietudes artísticas.

En efecto, en la corte de Pamplona confluyeron en ese momento las tradiciones de la vecina Gascuña -donde su duquesa, Eleonor de Aquitania, reina de Inglaterra, nieta del duque Guillermo IX de Aquitania "el trovador" y madre de Ricardo Corazón de León era considerada como "la Reina de los Trovadores"- y las propias de Champagne. Fue en la corte de los condes de Champagne donde se produjo la transformación del arte de los trovadores, originario de Aquitania y Occitania, en el de los troveros, que desarrollaron principalmente su actividad en las cortes del norte de Francia y Flandes.

A ello contribuyeron, además de las relaciones familiares -no podemos olvidar que el propio Teobaldo de Navarra era bisnieto de Eleonor de Aquitania- las múltiples conexiones, tanto de tipo mercantil como cultural, existentes entre Francia y el norte de Europa, por un lado, y Aquitania, Navarra y Occitania, por otro, catalizadas todas ellas por los caminos de peregrinación a Compostela.

El repertorio conocido de Teobaldo I de Navarra está constituido por 36 canciones de amor, 14 jeux-partis, tres canciones dedicadas a la Virgen, tres canciones de cruzada, dos pastorelas, un sirventés y un lai sacro. Los manuscritos que transmiten esta obra musical y poética suman treinta y dos en total, de los cuales sólo catorce llevan música. Entre estos últimos el más importante es el Chansonnier du Roi de Navarre, que perteneció a Carlos de Anjou, rey de Sicilia (1266 1282).

El concierto de hoy, que dará comienzo a las 20.15 horas en Andra Mari Aretoa, estará a cargo de una selecta agrupación musical, compuesta por Adela Martín (clave), Amaia Azcona (voz), Peio Berasategi (chirimía y bajón), Axun Ezkurra (flauta de tres agujeros), Laura Álvarez (viola da gamba), y David (percusión). La historia fluirá a través de los instrumentos en esta nueva cita del Fin de Año Musical.