madrid. El próximo día 9 Víctor García de la Concha termina sus doce años como director de la Real Academia Española, y lo hace con "la satisfacción" de haber promovido y consolidado la política lingüística panhispánica, decisiva para reforzar la unidad del español, esa lengua cuyo dominio engrandece a quien la habla.

"Quien domina la lengua, ensancha su libertad", afirma García de la Concha en una entrevista con Efe en la que hace balance de su largo mandato, se alegra de que los hispanohablantes cuenten ya con una nueva Ortografía, "la primera hecha por todas las Academias y para todos", y asegura que en los próximos años "irán entrando más mujeres en la RAE", pero nunca por cuotas.

"Establecer cuotas es una falta de respeto a la mujer", subraya este experto en Literatura del Renacimiento y en Poesía, que, al repasar la labor que ha hecho durante sus 18 años de académico (antes de ser director estuvo seis de secretario de la RAE) se siente con "una sincera satisfacción íntima del deber cumplido" y de haberse "entregado en cuerpo y alma" a los trabajos que la Academia le encomendó.

Son días en los que García de la Concha recuerda "mucho lo que decían los académicos fundadores: nosotros trabajamos por servir al honor de la nación", y son fechas también para "agradecer a todos los compañeros de la Academia Española, a los que hoy son y a los que han sido en estos años, la confianza total" que depositaron en él y "el apoyo" que le han prestado. Un apoyo que también agradece "a los colegas" de las demás Academias de la Lengua Española, "que son los protagonistas del cambio que se ha hecho".

Ese cambio podría calificarse de revolucionario, porque en estos doce años las veintidós Academias han trabajado "codo con codo" para elaborar entre todas los tres grandes códigos en los que se sustenta la lengua: El Diccionario, la Gramática y la Ortografía, y han publicado también el Diccionario panhispánico de dudas, entre otras obras.

Una política lingüística que "ya no tiene marcha atrás" y es el mayor logro del mandato de García de la Concha, aunque él asegura que no es obra suya. Solo le ha correspondido "haberla configurado, impulsado, dirigido y fijado". Y eso que, admite, hace años él no era "americanista", sino más bien "europeísta".

Por "razones obvias", García de la Concha no quiere dar nombres sobre quién podría ser su sucesor al frente de la RAE, cargo para el que puede ser elegido cualquier académico menor de 78 años. Pero, aunque él no dé nombres, en medios académicos suenan con fuerza los de Darío Villanueva, secretario de la RAE, y José Manuel Blecua como sustitutos.

Reforzar la escasa presencia femenina parece una de las asignaturas pendientes de la Academia, o al menos así lo cree la sociedad. En los últimos trece años han entrado cinco mujeres (Ana Mª Matute, Carmen Iglesias, Margarita Salas, Inés Fernández Ordóñez y Soledad Puértolas), pero son pocas si se tiene en cuenta que hay 46 plazas.

la visión de la ministra La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, advirtió de que la expansión de la industria cultural en español se enfrenta a barreras como la "falta de igualdad de género", y ha destacado que "sería deseable" que la empresa privada se "esforzara" por disminuir esta desigualdad.

La ministra de Cultura alabó la "potencia" de la lengua española y apostó por dar "visibilidad" y "protagonismo" a su industria cultural durante la clausura del II Foro de Industrias Culturales en Español Estados Unidos-España, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

"Las industrias culturales deben tener protagonismo porque son un sector innovador y de futuro", apuntó la ministra, que estuvo acompañada por el director de la Fundación Santillana, Basilio Baltazar, el cineasta Pere Portabella y el consejero delegado del Grupo Prisa, Juan Luis Cebrián. González-Sinde ensalzó el papel de todos aquellos trabajadores que intervienen en el proceso creativo cultural, y ha señalado que "sorpredentemente" hay gente que cree que entre creador y receptor no debe haber "intermediarios".