Vitoria. No es nada sencillo que un evento de carácter cultural cumpla un cuarto de siglo, aunque así dicho parezca poco tiempo. Menos si tiene que ver con la poesía. En 25 años pasan muchas cosas, y también unas cuantas crisis económicas, algunas de las cuales suelen llevarse por el camino un sin fin de apuestas creativas que un buen día se encuentran con que son paganas de los errores de otros. Por eso, sobrevivir tanto tiempo y, además, hacerlo con una salud más que aceptable es una buena noticia en sí misma.
De eso puede presumir el Recital de Otoño. Dos décadas y media después de su nacimiento, tanto hoy como mañana regresa para encontrarse con el público. Será en dos citas que se producirán a las 20.00 horas en el Aula Fundación Caja Vital, entidad que apoya esta propuesta. Sobre el escenario, como siempre, Javier Herrero. Y junto a él, como en un buen número de ocasiones, Txiki Tostado. Los dos rapsodas volverán a encontrarse para recitar, aunque ya es sabido que lo suyo siempre es diferente.
En esta ocasión, es el vino el que también pide su cuota de protagonismo. Es indudable, no es cuestión de mentir ahora, de que el líquido elemento ha sido y es compañero de un importante número de autores. Pero además de servir a unos cuantos para celebraciones y cura de penas, también ha sido inspirador o invitado a una larga lista de versos escritos a lo largo de la historia.
Nombres como los de Shakespeare, Cervantes, el Arcipreste de Hita, Quevedo, Baudelaire, Pavese y Gonzalo Rojas, por citar sólo algunos, han llevado a sus rimas al vino, composiciones que serán las que llenen la copa servida por el Recital de Otoño para celebrar su 25 cumpleaños.
Además, el fruto de las uvas no sólo se hará carne a través de la palabra recitada por Herrero y Tostado. También estará presente ante los ojos de los espectadores, gracias a la disposición escenográfica que se hará de distintos elementos prestados por Bodegas Solagüen, botellas, barricas y otras herramientas que dejarán por un momento su hogar en Labastida para acudir hasta la capital alavesa. Será el contexto perfecto para un recital que también tendrá su parte didáctica y explicativa, que se añadirá a la diversión y la sensualidad del vino.
"Se podrían haber seleccionado tantos poemas..." dice Herrero, consciente de que la temática da para mucho. Otras ocasiones habrá para retomar la cuestión, si es que los reajustes económicos de la crisis no lo impiden.