san sebastián. El director de la película A serbian film, cuyas proyecciones en la XXI Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián prohibió de manera cautelar un juzgado donostiarra ante la posibilidad de que el filme incurra en un delito contra la libertad sexual tras una demanda interpuesta por la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y padres de Alumnos (Concapa), ha afirmado que esta cinta "debe de ser tomada como la confesión sincera de una víctima". En una entrevista publicada en el portal de Internet Viceland recogida por Europa Press, el cineasta Srdjan Spasojevic habla sobre la "censura" de A serbian film, una película que contiene imágenes torturas, violaciones y sexo con recién nacidos.

Preguntado sobre si la guerra de Bosnia ha podido tener influencia en su obra, Spasojevic señala que "difícilmente puede inspirarte cosas bonitas" el haber visto "con 10 años las atrocidades" de un enfrentamiento bélico. Según explica, su primera intención era hacer una película que "incorporase la descripción honesta y firme de las turbulencias políticas y emocionales que rigen la vida en Serbia desde hace dos décadas de guerras y transición", así como "fusionar esa ambición con el deseo de hacer una película filosófica, de confrontación, que trascendiese el mero retrato".

Además, señala que no buscaba "proyectar una imagen hermética que se ocupase exclusivamente de nuestras tragedias locales, sino contar una historia global, porque Serbia no es más que un reflejo del mundo en que vivimos todos, ya que trata de imitarlo y fracasa miserablemente en ello".

"Una película contraria a esa fachada ideal de lo políticamente correcto que promulga el Nuevo Mundo mientras sigue comportándose como una desalmada máquina de matar, devoradora de cualquier mínima libertad, artística y de expresión, y destruyendo a su paso todo aquello que sea diferente", afirma, para añadir que A serbian film es "una fábula que trata problemas del mundo moderno" que "debe ser tomada como la confesión sincera de una víctima".

El cineasta ha indicado que "una aproximación honesta y frontal" no le permitía "ponerse a predecir todas las consecuencias ni rebajar el impacto de algunas escenas para que cierto tipo de espectador pudiera entenderla más fácilmente".

Spasojevic considera que su película es "un ataque directo a la censura y a la autoridad" y añade que "la corrección política, tan extendida, es una forma de fascismo que intenta matar el cine libre". "Durante siglos las mujeres y los niños aquí han sido tratados como propiedad del hombre, y, como sus dueños, se nos permite maltratarlos de las formas más inhumanas y llegado un momento todo eso acaba por parecernos lo más normal del mundo", explica.

En cuanto a la polémica escena de violación de un recién nacido, apunta que es la "representación última" de esta reflexión, "nuestra vida siendo violada antes siquiera de haber comenzado, nuestra inocencia invadida y destrozada en última instancia por nuestros propios líderes corruptos, dirigentes de nuestro destino". "Esa escena del recién nacido es tan extrema porque en su núcleo pretende difamar la violencia", puntualiza. En este contexto el cineasta se refiere al delito de la pederastia, problema que, según señala, "encara" esta película.