El Azkena Rock Festival, una banda de casa y, además, el primer grupo en tocar en esta edición. ¿Es un escenario más como han podido ser otros o es especial?

Iñaki: Me parece muy grande y más siendo en Vitoria.

Ibon: Es un premio.

Oliver: Cada escenario tiene su rollo, lo que pasa es que nosotros somos público habitual del Azkena, es un festival que nos ha dado la oportunidad de ver aquí a bandas grandísimas y ahora vamos a tocar en él, lo cual es un privilegio.

Será en la primera jornada y en un horario en el que suele concentrarse todavía poca gente, público que está arrancando tal vez un poco frío...

Ibon: Eso no es problema ni motivo de nada. El hecho de tocar ya es una gozada.

Otazu: De todas formas, entiendo que es la única forma que tenemos de tocar en un festival de estas características.

Oliver: Incluso me parece excesivo que nos hayan llamado a nosotros. Eso es...

Xabi: Que después de dos años llegue esto es increíble. Que sea en el escenario grande o en el pequeño, que haya 3 o 1.000 nos da igual. Nosotros vamos a ir igual.

Otazu: Bueno, van a estar nuestros colegas y esos son importantes.

Ibon: Es que es un festival muy grande, con un equipo potente... Sólo eso ya merece la pena.

Serán unos 30 minutos en los que hay que salir ¿cómo?

Iñaki: A tope. De hecho, vamos a parar en medio del concierto nada más que unos segundos para saludar y poco más.

Oliver: Vamos a hacer una media hora contundente.

Xabi: Eso es, a piñón, sin parar y a saco.

Oliver: Lo más seguro es que nunca volvamos a tener la oportunidad de tocar en un marco así, por lo que tenemos muy claro que debemos ir a disfrutar el momento.

También formar parte de este cartel es una plataforma promocional importante para la banda, ¿no?

Ibon: Sí, pero no vamos pensando en eso. Lo que tenga que venir después, pues ya vendrá, pero lo importante de ese día es disfrutar.

Oliver: Además, eso es muy relativo. Hay un montón de bandas buenísimas por ahí que han tenido la oportunidad de tocar en sitios importantes pero siguen siendo grupos que hoy se lo tienen que pelear día a día muy duro. Y más cuando estás hablando de combos a nuestro nivel. Quiero decir, que somos trabajadores que tenemos un hobby que es la música.

Otazu: Hombre, sólo en publicidad es algo interesante.

Oliver: Eso sin duda, pero lo que tú eres no te lo da un festival, te lo da el grupo, lo que haces cada jornada, lo que vas haciendo y según vas creciendo. Hay que dar el callo. Con sólo tocar en el ARF no te dan nada, vamos.

Xabi: Es una buena promoción y está de puta madre. Pero sobre todo es un aliciente para seguir trabajando duro.

Llegará el día y seguro que aparecerán nervios. ¿Algún truco para que esa inquietud sea sana y no entorpezca el concierto? ¿Muchos ensayos previos?

Ibon: El truco es ir a pasarlo bien. Puedes ensayar mucho y prepararlo todo al milímetro, pero si no sales a disfrutar, lo que hayas hecho no sirve para nada.

Otazu: Siempre hemos ensayado bastante y ahora tampoco es que estemos haciendo nada más. De hecho, por nuestros trabajos, estas semanas incluso estamos quedando menos veces.

Oliver: En lo de los nervios, yo es que siempre que actuamos en Gasteiz me pongo más nervioso. Pero cuando empiezas a tocar, descargas toda la presión y te dejas llevar. De todas formas, es muy complicado. Puedes clavar cada momento de la actuación como lo tenías ensayado y, sin embargo, transmitir poco y viceversa.

Ibon: Por eso disfrutar es muy importante.

Iñaki: La clave está en los primeros minutos. Si te quedas amilanado al principio, luego no levantas cabeza.

Xabi: Aun así, cada uno lleva los nervios de una manera. Yo, por ejemplo, antes de un concierto no me pongo nervioso. De hecho, me quedo hasta sin ganas de tocar. Por eso te digo que depende de cada persona. Luego me subo, me caliento y...

Cuando termine el concierto ¿una buena copa para celebrarlo?

Iñaki: Unas cuantas... (risas)

Oliver: Sí. Eso y disfrutar del resto de grupos. Además, el jueves ha quedado un cartel muy pero que muy interesante.

Iñaki: Siempre que llega el Azkena solemos liberarnos de trabajo para disfrutar del festival. Claro, este año encima tocamos así que vamos a vivir los tres días de forma muy intensa.

Un disco ya autoeditado, un buen número de conciertos detrás... ¿Pero cómo es Bronze? ¿Cómo se llevan sus cinco componentes? ¿Qué malabarismos hay que hacer para darle a la música y al mismo tiempo ir al trabajo, estar con la familia y amigos?

Iñaki: Es un grupo de mucho pelear. Lo pasamos bien, no creas (risas).

Oliver: Nos llevamos muy bien y eso es básico. Y hacemos muchos esfuerzos por la banda. Nos coordinamos como podemos, que no siempre es fácil. Así que hay mucho esfuerzo y sacrificio pero también recompensas. Luego, claro, tenemos nuestras peleas pero eso es porque nos importa lo que hacemos. El día que nos empiece a dar igual hacer una cosa u otra, es que habremos perdido la motivación.

Otazu: De todas formas, somos un grupo demasiado democrático (risas). Todo se somete a la opinión de todos, se valora y se decide. Menos mal que somos cinco y en una votación nunca podemos empatar (risas). Cuando estamos componiendo se prueba cada cosa que uno dice.

Iñaki: Sí bueno, importan las mayorías y también el que más grita o el que más insiste.

Ibon: Y luego sale lo que nadie ha dicho, sino la puesta en común de todas las opiniones.

Xabi: Somos cinco personas que se juntaron casi por casualidad a las que nos une la música. Ella nos ha hecho amigos y que seamos casi como una pequeña familia.

Oliver: Sí, con sus alegrías y sus roces, una familia a la que quieres.

Escuchando varios de sus temas parece que se está ante un grupo norteamericano y, de repente, ahí está el euskera...

Oliver: Hombre, está claro que nuestras influencias son anglosajonas y es lo que hacemos. Lo que pasa es que decidimos cantar en euskera porque todos somos euskaldunes y creemos en la cultura vasca. Es nuestro granito de arena a esa escena.

Otazu: Sabemos que puede ser un pequeño problema a la hora de llegar a más gente pero para nosotros es natural, lo que nos sale.

Bueno, Bronze también ha tocado con Berri Txarrak, que son una clara demostración de cómo el idioma no es una frontera, ¿no?

Ibon: Eso es. Han roto todos los prejuicios que existían con este tema.

Oliver: Y eso lo han conseguido con mucho trabajo y sacrificio. Además, no te puedes olvidar de otros nombres que desde hace años están haciendo cosas alucinantes y las hacen en euskera.

Xabi: Está claro que con esfuerzo y, también, un poco de suerte, las cosas pueden llegar. A la gente puede que le choque el sonido que ofrecemos junto con el euskera pero para nosotros es lo normal. De todas formas, hoy es el día en que puedes escuchar temas en euskera en casi todos los estilos posibles.

Su primer disco tiene algo más de un año de vida. ¿Se les ha quedado ya corto?

Iñaki: Todavía no. Estamos haciendo temas nuevos y sí que nos gustaría cambiar de repertorio porque aunque tocamos fuera, muchos conciertos son aquí y nos apetece hacer otras canciones. Pero necesitamos nuestro tiempo. Poco a poco.

Ibon: No hay ningún objetivo de fechas ni nada por el estilo. Hay que ir paso a paso y cuando tengamos canciones sacaremos otro disco, eso seguro.

Iñaki: De hecho, tenemos varios temas nuevos, unos más desarrollados que otros, y alguno ya lo hemos tocado en directo.

Xabi: Estaría genial grabar otro disco, pero no hacerlo de forma precipitada. Si sacamos algo nuevo tiene que salir bien, no con prisas y de cualquier manera.

Oliver: Además, tampoco nos lo podemos permitir. No tenemos tiempo material, por lo menos en estos momentos.

Helldorado, Jimmy Jazz... Incluso en Artium. Ahora en el ARF. ¿En Gasteiz les queda algún sitio? ¿Es el momento de salir más a otros lugares?

Ibon: Sólo nos queda la Catedral ya (risas).

Oliver: Igual sí tocar más fuera, pero yo creo que para el tiempo que llevamos y lo que somos hemos tenido mucha suerte. Además, también hemos salido fuera ya. Ahí ha habido gente que nos ha ayudado mucho, como los amigos de Neubat. Cuando empiezas no sabes dónde llamar o a dónde acudir. Y colegas como ellos están para decirte: "Mira, vete aquí, o pega un toque a éste...". Eso nos ha facilitado muchas cosas.

Xabi: Gasteiz la tenemos ya muy trillada. Pero lo curioso es que cada vez que tocamos en Vitoria nos encontramos con gente que no nos ha visto. Incluso nos quedan sitios, no creas. Para mí, por ejemplo, poder actuar en las txosnas en La Blanca sería algo que me gustaría mucho.

Iñaki: También hicimos una pequeña gira por Galicia que fue la leche. Y tenemos que hacer más de ésas, por supuesto.

Oliver: Hombre, hay que puntualizar que fuimos a Ferrol y estaban como unas 40 personas. Luego tocamos en Vigo y vino uno, y encima lo conocíamos del Myspace. Nos hicimos una foto con él. Era en un bar que llevaba poco tiempo haciendo conciertos y encima ese día en la misma zona había un montón de actuaciones al mismo tiempo que nosotros. Pero bueno, nos lo pasamos muy bien. Eso le pasa a muchas bandas. Es lo que hay.

Xabi: Dimos un bolo como otros y encima con mucho cachondeo.

Otazu: Con todo, nos resulta muy complicado poder cuadrar fechas y salir fuera de Álava. Pero bueno, siempre estamos dispuestos.

Si Bronze existiese pero no formasen parte del grupo, ¿qué pensarían de esos cinco músicos?

Ibon: Yo creo que diríamos: "suena bien; un grupo más que tiene buena pinta".

Iñaki: Lo siento, es que no me puedo abstraer y decir qué pensaría.

Otazu: Somos muy críticos con nosotros mismos. Tal vez si estuviéramos fuera del grupo veríamos otras cosas. No lo sé.

Oliver: El proceso creativo siempre te lleva a lo mismo, vas buscando algo, y el andar es lo que va haciendo que salgan cosas, y cada hijo tiene su historia y su momento. Pero siempre quieres hacer más hijos y mejores. Luego oyes a Paco de Lucía diciendo que le hubiera gustado sacar sólo un disco después de muerto para no poder mejorarlo. Y entonces piensas que igual es normal ser tan crítico como nosotros con lo que hacemos.