El común de los mortales cuando escucha hablar de Dj tiene en la cabeza la música electrónica, pero no el rock.
Más que Dj como está estipulado al uso, yo lo que hago es lo que se hacía antes, es decir, poner discos. Lanzo canciones que tienen que ver unas con otras, bien por el ritmo, por el estilo, por el título... Unas veces haces más clásico, otras más moderno... La cuestión es que siempre haya un hilo conductor. Ahora está volviendo el vinilo, pero yo soy de los de CD, más que nada porque es más fácil de transportar y hay más música grabada en este formato. La verdad es que hay gente que sí se queda un poco sorprendida con esto del Dj de rock. De hecho, alguna vez me han llamado de clubes donde ponen electrónica para pinchar lo mío más que nada como una cosa rara, pero bueno.
Dicen algunos que detrás de un Dj hay un músico frustrado...
En mi caso, sí hay un poco de eso (risas). Pero sobre todo es afición a la música. Llevo toda la vida haciendo cintas para los amigos. De esto no se puede vivir salvo que seas, no sé, los Chemical Brothers, pero si no, nada. Está muy desprestigiado el título de Dj.
¿A la gente le cuesta a entrar a una sesión o se engancha desde el principio?
Hay de todo. También dependiendo del público que yo vea en los sitios puedo optar por hacer las cosas de una manera o de otra, poner algo más REM o algo más Elvis, por ponerte un ejemplo. Pero todo depende. Cuando la gente está por la noche de copas y fiesta al final terminan aceptando lo que le pongas, aunque siempre hay alguno que te pregunta si tienes Bisbal y ahí te ha jodido (risas). Pero ya te digo que por lo general, el personal se apunta a un bombardeo. Pones un tema clásico de toda la vida como Johnny B. Goode y la gente se viene arriba.
En lugares como Helldorado, donde hay un público más específico, ¿el público es más exigente?
Bueno, entre el público rockero hay de todo, pero sí hay unos cuantos gourmets. Pero, en general, si lo que pones es buena música que no sea un coñazo, los rockeros responden.
¿El truco está en sorprender?
En parte sí. Hay veces que lo puedes hacer con caras B o poniendo un rato música que a la gente no le suena aunque le guste y de repente pinchar un clasicazo. Es cuestión de tener un poco de ojo y de gusto. Si todo el mundo está parado en un local, malo.
Y también hay que tener, por así decirlo, un buen fondo de armario en lo que a CD se refiere, ¿no?
Eso es fundamental. Tengo una pared toda cubierta. Y los que van con vinilo ni te cuento, esos ocupan toda una habitación.
¿Cuesta más seguir lo que va saliendo ahora o encontrar determinadas cosas de hace, no sé, 50 años?
De música actual intento estar al tanto de todo, también de lo que no suelo pinchar. Pero cuando miras a hace 30, 40 o 50 años, te puedes morir porque es inagotable. Ahora tengo un libro aquí cerca sobre historia del blues y te pones a escuchar, por ejemplo, lo que hacía B.B. King en los 50 y dices "si es un pepinazo". Cada época es un mundo.
¿Internet facilita encontrar música, discos descatalogados, artistas...?
Sí. Cuando era un chaval, conseguir un determinado disco de cualquier cosa era un triunfo. Pero también ahora es más caro porque los álbumes de importación no salen precisamente baratos.
Con todo su material vendrá otra vez dentro de unos días al Azkena Rock Festival, pero seguro que hay más de uno que piensa que cuando terminan los conciertos en Mendizabala, aquello se muere... ¿Cómo son esas madrugadas?
Bastante terroríficas (risas). Pero son muy animadas. Por ejemplo, se queda mucha gente que está en la zona del camping y luego hay muchos que son de los que se apuntan a un bombardeo. Y así hasta las siete de la mañana, que es cuando se cierra la carpa de los Dj. Igual el jueves es el día más flojo, pero viernes y sábado... uff. El personal está ahí disfrutando, escuchando, hablando, bebiendo... Mi aportación musical es para que la gente baile.
¿Le da tiempo a ver algo del ARF?
Sí. Si hay un grupo que no me llena, como el año pasado Alice Cooper, veo un poco, me voy al hotel, descanso y vuelta.
¿De este año le gusta algo en especial o no?
Hay bastantes que me gustan mucho porque este año el cartel está más orientado al sonido más clásico. Y hay varios grupos que sé que no son muy conocidos pero que tengo claro que van a dar la campanada, eso seguro. Incluso, los hay con los que ya he estado, por ejemplo en Helldorado, como El Vez.
¿Empezando a trabar en Mendizabala a las cuatro de la madrugada acabará agotado, no?
Cansado pero contento. El año pasado me lo pasé como un enano. Sarna con gusto no pica.
¿Los músicos son reacios a un Dj de este tipo?
Para nada. Al contrario. Tengo bastante buena relación con unos cuantos músicos y, en general, son super-majos, muchos se quedan a bailar o me piden canciones.