l Polémica por la supuesta copia de Lady Gaga a Madonna. El estreno del videoclip "Alejandro" de Lady Gaga ha levantado la polémica en EE.UU. por el gran parecido que posee con antiguos vídeos musicales de Madonna, lo que ha provocado que incluso la reina del pop haya criticado el afán de copia de la artista. Según el "Chicago Sun-Times", una fuente cercana a Madonna asegura que a esta artista le molesta que Lady Gaga use el mismo tipo de ropa y sus movimientos en los vídeos musicales, "de forma que la gente la llame la nueva Madonna". "Madonna piensa que ella es única y que no puede haber una versión más joven de algo que es único", añadió. "Alejandro", según la prensa especializada, posee muchos puntos en común con los vídeos "Like a Prayer" y "Vogue", de la gran diva estadounidense.
l Susan Boyle cantará durante la visita del Papa al Reino Unido. La cantante británica que alcanzó la fama mundial en un concurso de talentos de Reino Unido cantará durante la visita de Benedicto XVI a este país en septiembre. Un portavoz de la Iglesia católica escocesa afirmó que "continúan las negociaciones, pero esperamos que Susan Boyle actúe como parte de la Misa Papal en el Parque Bellahouston en Glasgow". Boyle pasó de estar desempleada a convertirse en una estrella mediática gracias a su participación en la pasada edición del programa "Britain"s Got Talent" de ITV1. En abril, algunos líderes religiosos ya señalaron que la cantante escocesa, de 48 años, haría una "gran aportación" al programa de eventos planeados para la visita.
l Subasta de sellos únicos de Audrey Hepburn. La casa alemana Schlegel anunció ayer la subasta de un raro bloque de diez sellos de correos con la imagen de la actriz Audrey Hepburn, valorado en, al menos, medio millón de euros. El curioso sello, con el rostro de la actriz sacado de un fotograma de "Desayuno con diamantes", fue emitido en 2001 por los Correos alemanes, pero retirado casi inmediatamente ante una denuncia presentada por la familia por utilizar su imagen sin autorización expresa. Los Correos alemanes destruyeron los 14 millones de sellos que habían impreso, pero unos pocos ejemplares lograron salvarse de la quema.