vitoria. Tratando de arrancar los brillos melódicos de sus relieves, los alumnos de la Escuela de Música Luis Aramburu se plantaron ayer en el pórtico de Santa María para interpretar su peculizar versión de la despedida. No será el único concierto de fin de curso que el centro musical de la calle Correría ofrezca durante las próximas semanas en la capital alavesa, diseminando un "hasta luego" con el que ponen punto final a meses de clases y evolución rítmica, de encuentro y asimilación de tesituras. El pórtico se tornó pabellón auditivo. Foto: Jorge Muñoz