barcelona. José María Sanz, Loquillo, recupera en Barcelona ciudad, su segunda novela, el espíritu "punk gamberro" que reinaba durante la Transición en Barcelona, una ciudad donde el cantante afirma que descubrió "la vida a través del rock and roll" y la vivió como le dio "la real gana, como un adolescente libre".
Loquillo afirma que el suyo no es un libro de rock "al uso", de los que acaban con el rockero drogado tirándose por la ventana, pero tampoco ha querido llenar la narración de datos históricos. En su propio resumen sostiene que se ha "dejado llevar por cómo se debe hacer un libro de rock". Loquillo continúa diciendo que "he hablado de leyendas y me he centrado en los personajes".
En Barcelona ciudad (Ediciones B) recuerda hechos históricos, como la muerte de Franco, el asesinato del político italiano Aldo Moro y los Pactos de la Moncloa, entre una bruma de conciertos, juergas y paseos por la Rambla detrás de unas Ray Ban: "Loquillo recupera el espacio histórico de la Transición sin chorradas y sin edulcorar ni nada", resume su editor, Íñigo García.
"Lo único que queríamos era vivir la noche, vestir de cuero, escuchar a Lou Reed y pillar a las chicas adecuadas", dice Loquillo, que en su libro narra con humor cómo apedreó un cine con sus compañeros el día del estreno de Grease o cuando se liaron a puñetazos con los guardias de seguridad de El Corte Inglés cuando los grandes almacenes presentaron la colección Moda Rock and Roll. "El Rock and Roll era nuestra salvación personal y nuestra arma de combate, salíamos a actuar porque teníamos odio y furia", recuerda.