vitoria. Tras cultivar con sudor la novela -lo que le valió, por ejemplo, la condición de finalista en el premio Fernando Lara con El tiempo de la vida- y tras abrir senda ajena con su labor editora en Arte Activo, Roberto Lastre pasó ayer una nueva página en su recorrido literario con la puesta de largo de su primer poemario. Vapor del vacío es el título de su visita al territorio del verso, con la que ofrece una nueva y desconocida faceta en su relación con la expresión y la palabra, tras la cual se esconde la materia de la que surgen estas estrofas. Foto: jorge muñoz
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